COMPARANDO PRIMER Y SEGUNDO EMBARAZO: DESMONTANDO MITOS

Ahora que cumplo 41 semanas de este segundo embarazo me veo en la obligación de comparar ambos preñamientos, cosa que tenía muchas ganas de hacer después de todo lo que oyes de la gente. Recojo varias frases que me han acompañado durante estas semanitas desde que comunicamos que ampliábamos la familia:

*LA BARRIGA SE NOTA MUCHO ANTES Y CRECE MÁS. Error. Igual igual que en el embarazo de Pichí en éste también he tenido complejo de tripa discreta. Hasta la semana 22 o así no parecía una preñi y estando como estoy de 41 semanas soy la más moderadita de los monitores, con diferencia. Oye, que entre que se me reparte bien y que engordo 9 kilillos o así pues eso que me llevo pero esperaba lucir pancita bastante antes en este preñamiento (ya veremos qué pasa con el tercero jajajaja XD).

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41 semanas

*NO VAS A PODER CON TU VIDA DEL CANSANCIO, TENIENDO OTRO HIJO AL QUE CUIDAR TE IRÁS ARRASTRANDO POR LOS RINCONES. Pues mire usted, don Cenizo, he disfrutado taaaanto. Y mira que me ha dado un insomnio desde la semana 7 que podría haberme tenido hecha un trapo pero no sé por qué las energías no me han desaparecido. He aprovechado para ir todos los días con Pichí al parque, para achucharla más, para flipar con cómo crece… ¡Y encima pensando en que le hacemos el mejor regalo que puede tener, una hermanita!

*NO TE PREOCUPES, LOS SEGUNDOS NACEN ANTES. ¿Quién será el cachondo que decidió dar esperanzas a las madres cuyos úteros se convierten para nuestros no-natos en el mejor sitio del mundo para estar durante más de 41 semanas? A pesar del susto de la amenaza de parto prematuro que vivimos con La Nueva en la semana 31 debimos de convencerla muy bien porque en la última revisión que tuve a las 40+4 me dijeron que tenía el cuello del útero muy arriba y cero dinámica. ¡Ilusa de mí! Como me dijo la ginecóloga “cada mujer tiene un ciclo gestacional” y se ve que yo soy de parir la madrugada de antes de la inducción (o más allá, a La Nueva le encanta vivir al límite).

*EN EL SEGUNDO EMBARAZO TOODOS LOS SÍNTOMAS EMPIEZAN ANTES Y SE AGUDIZAN. Vamos, que yo temblaba de pensar en la ciática que tuve con Pichí sobre la semana 35 de embarazo y resulta que a día de hoy por esta casa no ha asomado cojera ninguna ni apenas dolor de espalda. ¡Ánimo futuras bimadres! Insisto que si no hubiese sido por la amenaza de parto prematuro este embarazo ha sido bastante mejor que el de Pichí.

*NI CASO LE VAS A HACER A LA BARRIGA, SE TE VA A PASAR VOLANDO. Hombre, menos caso le he hecho, desde luego pero aún así lo he vivido muy intenso, igual que el de Pichí y he disfrutado un montón de sus movimientos (que con la placenta anterior se hicieron de rogar) y de cuando Pichí pone la oreja en la barriga y siente el “hipito” de La Nueva… ¡momentos inolvidables!

*APENAS LE COMPRARÁS NADA Y LO DEJARÁS TODO PARA ÚLTIMA HORA.  Mira, en mi caso este sí que ha sido verdad verdadera, no tanto el comprarle cosas (que ropitas sí le hemos comprado porque no coincide con la temporada en la que nació Pichí) sino en lo de dejarlo todo para última hora. Con amenaza de parto prematuro y recuperé la minicuna de la familia en la semana 39 ¡con dos ovarios! Por no hablar de que aún (sí, aún) tengo mi maleta a medio hacer XD. ¡En esta familia somos de apurar hasta el final jeje!

Mañana iré a los últimos monitores donde me dirán la fecha de la inducción así que me imagino que ésta será la última entrada antes de ser ya una familia de 4. Espero volver prontito para contaros qué tal ha ido todo porque…¡se avecinan grandes aventuras para esta familia! Gracias a tod@s por acompañarnos y pasad un feliz feliz verano.

¿Qué tal fueron vuestros segundos embarazos? ¿Muy distintos del primero?

SEMANA 37: ¡LA NUEVA PUEDE SALIR CUANDO QUIERA!

Puff, ¿quién me lo iba a decir hace mes y medio cuando La Nueva amenazó con salir pesando sólo un kilo y medio y con sólo 31 semanas de embarazo?

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38 semanitas

He pasado estas 6 semanas con la rutina de que una vez a la semana,sin saber por qué empezaba a tener contracciones cada 3 ó 4 minutos durante unas cuatro horas o así. Después de que me detectasen la infección de orina, ya me lo tomaba con filosofía, me tumbaba en el sofá, me duchaba y a esperar que pasase el tiempo porque nunca han pasado de las 4 horas.

Es curioso porque desde que hemos cumplido las 37 semanas me he animado a dejar el reposo relativo que llevaba y algún día que otro me he dado caña y ni rastro de contracciones (miento, que justo esta noche, porque he escrito el post en dos días he tenido contracciones pero cada 5-7 minutos). Esto huele a que llegamos a la 41 sin verle la cara a La Nueva, ¿nos jugamos algo?

En la semana 36+5 fuimos a la última visita al ginecólogo en el que nos dijo que La Nueva estaba perfecta. Fin. Me toco un ginecólogo que como lo vea el día del parto le echo de la sala (Alma de Papi ya está sobreaviso que si le ve y yo no me doy cuenta le eche, ¡vamos!). Parecía que tenía prisa por irse de vacaciones, no dijo nada concreto a parte de “esto ya está hecho, AlmadeMami”, el niño está perfecto (sí, “el niño” todo el rato) toma Pichí, una fotito (que no me extraña que se la diese a la niña porque la llego a ver yo y se la devuelvo ¡no se veía nada!) y luego me hizo una receta (sin firmar y con la fecha mal) de hierro porque me salió una pequeña anemia (y me manda tomar hierro dos veces al día que con Pichí tenía más anemia y y tomaba la mitad. Puffff, con deciros que la semana que viene iré al privado para que me dé su opinión porque tengo miedo de estar envenenándome con tanto hierro. No me dijo ni lo que medía ni lo que pesaba ni tampoco me puso los latidos del corazón, ¿a que no soy yo y este señor estaba visualizando ya la playa?

En fin, al menos en la ecografía morfológica que me habían hecho la semana anterior ya me dijeron que La Nueva pesaba ya 2,600 kg aproximadamente y que va perfecta así que ahora sólo nos queda esperar.

Eso sí, llevo una semanita que las noches están siendo un poquito infierno. Es tumbarme en la cama y no estoy a gusto en ninguna postura: bocaarriba me ahogo, sobre el lado izquierdo me duelen un montón los músculos de ahí abajo y sobre el lado derecho me dan contracciones. Entre eso y que cada vez que me giro me despierto del dolor pues…¡¡genial todo!!

Lo mejor es que ya ¡hoy cumplimos las 38 semanas! Al final a Alma de Papi le dejan cogerse su permiso de paternidad enterito en la empresa nueva y tenemos casi todas las cositas preparadas para el uso y disfrute de “La Nueva” ¡Yupi! (después de las contracciones de anoche esta mañana me he puesto las pilas a lavar algunas cosillas que quedaban como las sábanas de la minicuna o la funda de la sillita del coche, en fin).

Por otro lado, Pichí está suuuper tierna, atenta de todos los bebés que ve por la calle, diciendo tal cual que “qué monos son”, dándole besitos a la barriga y poco a poco superando nuestro segundo intento de operación pañal que ya os contaré (después del primero fallido).

¡Chicas, esto ya está hecho! Seguiremos informando. ¿Qué tal vuestros embarazos? ¿Y vuestros veranos?¡ Dadme envidia con vuestras vacaciones!!

VISITA A URGENCIAS SEMANA 32: CONTRACCIONES POR INFECCIÓN DE ORINA

Nos quedamos en que me dieron el alta en el hospital tras la amenaza de parto prematuro un domingo. Al martes siguiente (9 días después, en la semana 32+5) tenía cita con el ginecólogo en alto riesgo para que me mirase el cuello del útero de nuevo.

Allá que nos fuimos Pichí, Alma de Suegri y yo en el autobús hacia el hospital. Me miraron, vieron que no se había vuelto a acortar,  que “La nueva” seguía en podálica y que ya pesaba alrededor de 2,100 kg. Volvimos a casa, estuve un rato vigilando a Pichí en el parque sentada en un banco todo lo que pude y llegó la hora de la siesta y ¡tacháaaan! Contracciones. Me dijeron que si me volvía a pasar me fijase en cuanto tiempo pasaba entre una y otra y me asusté mogollón cuando vi que eran cada 3 minutos clavados. Me tumbé en el sofá durante casi una hora pero no remitían nada así que opté por ir a darme una ducha. Ahí perdí la cuenta porque al estar de pie me resultaba más difícil distinguirlas. Estuve como 10 minutos dándome agua templada en la barriguilla y en la zona de los riñones y cuando salí volví a tumbarme en el sofá. Serían como las 17:20 o así y poco a poco noté cómo iban disminuyendo hasta que media hora después ya no tenía. ¡Hurra!

Peeeero como una horita después… ¡volvieron! Otra vez regulares cada 3 minutos y yo visualizando cómo se acortaba el cuello del útero y me entraban los 7 males. Así que cuando llegó Alma de Papi oootra vez nos fuimos a urgencias ya pensando en el ingreso, el atosiban puesto por la via durante tres días, mandar a Pichí con los abuelos… vamos, tanto fue así que hasta pillé a Alma de Papi organizando deprisa y corriendo su neceser y preparando su pijama. Ahí le solté unos improperios y me eché a llorar, todo a la vez.

En urgencias tardaron en atendernos y cuando entré me dijeron que hiciese pis en un bote y me midieron el cuello del útero. Cuando me dijeron que no había disminuido respiré como nunca. Me mandaron a monitores y luego me comentaron que parecía que tenía una infección de orina asintomática (porque yo, la verdad no he notado nada de nada ni picor, ni dolor, ni más frecuencia de ir al baño, nada) que podía dar contracciones. Me recetaron un antibiótico general (quiero decir que de los que actúa para varios “bichos” a la vez porque no sabían cuál tenía en concreto) para tomar en dos días y en 10 días tendría el resulta de un cultivo para ver qué bicho tenía exactamente y si el antibiótico era capaz de actuar sobre él. Cachondos. ¿No sería mejor hacerte el cultivo luego para ver si tu cuerpo lo ha eliminado? En fin…

El caso es que este sábado, sin hacer grandes esfuerzos volví a tener contracciones cada 3 ó 4 minutos sin haber hecho nada en especial. Me di una ducha y se me pasaron bastante rápido pero ya dudo de todo. Se supone que la infección ya no debería tenerla así que lo achaco a algún esfuerzo de más como andar, limpiar la casa o cosas así.

Pufff, y aquí seguimos, contando los días. Hoy cumplimos las 34 semanas, parece que ya apareció el síndrome del nido pero me frustro porque al centro comercial sólo puedo ir a ratitos (por no hablar de tirarme al suelo a organizar cajas, poner lavadores etc). Y además tengo sentimientos encontrados porque me da la sensación de que si lo tengo todo preparado le estoy dando permiso a “La Nueva” para nacer ya y todavía tiene que aguantar 3 semanas más. ¡Menuda recta final!

¿Qué tal fue vuestro tercer trimestre de embarazo? ¿Os preocupasteis por las contracciones?

SÍNTOMAS SEMANA 20 DE EMBARAZO: YA SABEMOS EL SEXO DEL BEBÉ!

Entre pitos y flautas con todo lo que se me ha ido acumulando para contaros apenas he podido describir qué tal va siendo este segundo embarazo.

En resumen ¡fenomenal! Salvando las náuseas entre la semana 6 y la 13 que me daban a partir de las 7 de  la tarde y pufff. Todo el rato con una cara de asco tremenda y con mal cuerpo hasta que me iba a la cama. Por suerte, de pronto, un día de la semana 13 noté que me encontraba bastante mejor y, en ese sentido, desde entonces como nueva.

Eso sí, mi gran enemigo este embarazo está siendo el insomnio.  ¡Yo! Que nunca he tenido problemas para dormir, que caigo (o caía) como una marmota hasta la mañana siguiente incluso con Pichí recién nacida pasándole por encima al mito ese de que ser madre te hace dormir con un ojo medio abierto para oír a tu bebé. Pues yo no, hasta que me he quedado embarazada por segunda vez.  Me acuesto super tarde, entre la 1 y media y las 2 porque si no al levantarme a hacer pis por la noche a eso de las 5, las 6 o las 7 me desvelo y ya no hay manera de coger el sueño. Qué desesperación. Ahora hago menos pis por la noche pero hasta la semana 16 o así me tiraba una hora o más para volver a coger el sueño cada vez que me levantaba… ufff.

Otro de los síntomas que me está trayendo de cabeza este embarazo es el estreñimiento. Otra cosa para la que nunca he tenido problema, ni si quiera en el embarazo de Pichí y ahora me está fastidiando bastante, la verdad. Le hice caso a la matrona y en vez de desayunar sólo un kiwi desayuno dos, juntos y parece que algo me está funcionando. El siguiente paso que me recomendó, a parte de beber mucha agua, fue tomar semillas de lino en un lácteo así que si me veo muy apurada lo probaré a ver qué pasa.

Por lo demás ni me entero. Empecé a notar al bebé en la semana 19 pero de una manera rara, distinta a Pichí que empezó siendo como burbujitas. Con éste era como si le notase moverse entero y además sólo estando tumbada en la cama. Ahora le noto pero como por dentro, dándome patadas hacia el culete o algo así no sé si me explico. El caso es que en la eco de la semana 20 me dijeron que tengo la placenta anterior que aunque es totalmente normal puede estar relacionado con sentir menos al bebé porque la placenta se interpone entre la barriga de la mamá y el niño. Eso sí, de cara al parto me han dicho que cero problemas así que contenta.

Y ya para acabar la actualización de mi estado os informo de que el nuevo bebé va a ser:

¡¡¡¡UNA NIÑA!!!!

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22 semanitas de barriga

Así que hermanita para Pichí (que a mí era lo que me apetecía, la verdad) y a heredar ropita jeje. Costó que se dejase ver pero al final lo hemos conseguido y espero, prontito poder ver a mis dos niñas jugar juntitas.

¿En qué semana os enterasteis del sexo del bebé? ¿Habéis tenido placenta anterior? ¡¡Contadme, contadme!!

FORAMEN OVAL CERRADO: ALTA EN CARDIOPEDIATRÍA

¡Por fin! Después de la aventura que ha supuesto para nosotros durante casi 3 años ya (desde la ecografía de la semana 12 donde le vieron el ARSA a Pichí) hemos conseguido dar carpetazo a las revisiones anuales del cardiopediatra.

Y es que, como os conté, el año pasado, cuando Pichí tenía 13 meses fuimos a la revisión del ARSA, comentamos que no nos estaba dando ningún problema ni de fatigas o atragantamientos al comer pero en el ecocardiograma ellos observaron que había una ligera apertura entre ventrículos, o sea, que el foramen oval estaba algo abierto cosa que es normal en los nenes hasta los dos años.

Con la recomendación de que la niña no hiciese buceo en apnea y bastante tranquilos nos fuimos a casa a esperar otros 13 meses para la siguiente cita y ver, por curiosidad si el foramen se había cerrado o no. ¡Y efectivamente!

La verdad que la edad de los niños se va notando mucho en estas cosas ya que, a los 13 meses fue imposible razonar con ella que no la iban a hacer daño y que tenía que estar tranquila. Nos fue imposible distraerla con nada. Este año, pese al miedo que Pichí sigue mostrando en cuanto la sientan en la camilla conseguimos que se distrajera al decirle que su corazón iba a salir por la tele. Se enrabietó algo pero luego conseguimos que se distrajese viendo los vídeos de la cabalgata de Reyes en el móvil y contándole cosas a la médico. Además, como os aconsejé con el miedo al termómetro de los niños, también ensayamos la situación en casa, hablamos de que la médico le tocaría el pecho y jugamos con el kit de médicos que pedimos para Reyes simulando la situación para que Pichí se familiarizase con ella. Todo eso y luego un premio sorpresa que fueron unas pegatinas y otro no sorpresa que fueron unas patatas fritas hicieron que estuviese bastante tranquila mientras le hacían el ecocardiograma ¡bien por mi niña!

Una vez que acabamos la doctora nos dijo que estaba fenomenal, que tenía un corazón normal con ARSA, vida normal y alta ¡olé! Así que todos contentos a celebrarlo con unas patatillas fritas.

¡Ah! “El nuevo” (como cariñosamente llamamos al bichillo de 15 semanillas que llevo en la barriga) no tiene ARSA porque no es hereditario así que, de momento un problema menos.

¿Qué tal vuestros peques en el médico? ¿Notáis que con la edad lo llevan mejor?

EL ARSA DE MI NIÑA

ARteria Subclavia Aberrante.

Nuestra cara cuando lo oímos en la ecografía de la semana 12 fue un poema.

Recuerdo perfectamente que la señora ecógrafa terminó de hacérmela y le preguntamos que si estaba todo bien (porque miden y miden y dicen cosas y no sabes si es bueno o malo) y me dijo “vístete que con las bragas siempre se piensa mejor”. Olé. Por otro lado, fue un detalle porque no me imagino tratando de entender lo que nos contó ahí tiradilla en el potro de torturas y tal.

Nos contó que había una variación en la trayectoria de la arteria subclavia que sale desde el corazón y que las personas con Síndrome de Down tendían a tenerla. Nos quedamos blancos, claro. Se te pasan mil cosas por la cabeza… La mujer decía que bueno, que no tenía porqué significar nada, que el triple screening había dado bien… Yo pensaba amniocenteisis, test Harmony… Pasamos muy mal rato, la verdad.

Ese día tenía que volver al colegio donde trabajaba y me enteré de que la hija de una compañera tenía lo mismo y estaba perfectamente. Con el tiempo nos hemos ido enterando de más casos y todos fenomenal.

Cuando fui a la consulta de la ginecóloga unas semanas después, se lo dijimos y su respuesta fue: bueno, mujer, pero no sé por qué lloras. Es una variante de la normalidad, como el que es más alto o más bajo o yo que tengo el meñique más pequeño de lo normal. ¡¿Costaba mucho explicármelo así desde el principio?! ¡Por Dios, que era una mujer embarazada! Incluso me dijeron que ni amniocentesis ni nada, que era todo normal, que ni me lo plantease SÓLO por eso.

A partir de ahí decidí dejar de pensarlo. Y todo fue fenomenal. Fuimos a la cardiopediatra estando embarazada de 7 meses o así a que le hiciesen una ecografía intensiva del corazoncillo, luego con la nena ya nacida a los 2 meses y medio y en diciembre, cuando Pichí tenga 13 meses volveremos. Un amor de mujer la médico, por cierto.

Así que si a alguna le han nombrado el ARSA estando embarazada y todo lo demás está bien, que no se asuste. Tranquilizadoras palabras: VARIANTE DE LA NORMALIDAD.

¿Conocéis a alguien con diagnóstico de ARSA? ¿Algún susto más por ahí que luego queda en nada?