CUENTOS SOBRE LA LLEGADA DEL HERMANITO

Como siempre os digo, bien sabéis que en esta casa nos encantan los cuentos y yo, tenía claro, que para explicarle a Pichí la llegada del nuevo miembro de la familia compraríamos algún cuento chulo para leer en familia.

Qué os voy a contar, abordar ciertos temas con los niños mediante cuentos es la manera ideal de pasar un rato en familia, de comunicarnos juntos, de conocer qué piensa el niño y de asegurarnos de que entiende lo que le estamos explicando. Eso sí, no vale cualquier cuento. Pese a que últimamente los autores y las editoriales están creando cuentos muy trabajados para casi todos los temas es importante elegir uno adecuado a la edad del niño, su nivel de comprensión y su personalidad. Por eso, hoy os cuento los dos libros por los que nos hemos decantado para explicarle a Pichí la llegada de “la nueva” y otros dos que descartamos aunque quizá a vosotros os pueden servir.

“Lulú tiene un hermanito” (Camila Reid, Editorial SM).

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Éste es el libro que le hemos comprado. Es ideal para niños a partir de 18 meses-2 años porque los dibujos son claros, divertidos y ¡tiene solapas! Además es bastante duro y resistente. Aborda el tema por encima, sin entrar en profundidad, explicando que mamá tiene un bebé en la barriga, que está cansada, que un día llama la abuela al timbre, juega con Lulú y al día siguiente llegan sus papás con el hermanito. No idealiza al bebé, en el sentido de que explica que mamá va a estar ocupada, que Lulú tiene que hacer muchas cosas con papá pero que aún así hay tiempo para todo y mamá también jugará con ella. Y que además, con el tiempo, el hermanito crecerá y serán compañeros de juegos. Nos decidimos por él por su sencillez, su positividad y lo concreto que era. Sale un dibujo de la ecografía del hermanito de Lulú y Pichí lo asocia con las ecografías que tenemos de “la nueva”. Adelanta que no todo será fácil cuando llegue el bebé pero se centra sobre todo en lo positivo y la protagonista es una niña como Pichí, con la que se identifica y por eso a nosotros y a Pichí nos encanta. ¡Por el módico precio de 11,95 euros jajaja).

“Teo y su hermana” (Violeta Denou, Editorial Timunmas).

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Este cuento lo cogimos de la biblioteca. Pichí ya tiene algún cuento de Teo así que el punto positivo es la familiaridad. Personalmente me gusta un poco menos que el de Lulú porque se me queda como anticuado. Hay una imagen de un nido en el hospital, Teo dándole un biberón a la bebé o una especie de bautizo sin nombrarlo al final del cuento. A Pichí le gusta bastante también así que se lo contamos adaptándonoslo a nuestro gusto y listo.  También es positivo en general aunque tiene escenas que muestran los celillos del hermano mediano pidiéndole a la mamá que lo coja en brazos o a Teo asustado porque el bebé llora mucho de noche, cosas que, como he dicho antes, sirven para adelantar a nuestros hijos mayores que no todo va a ser un camino de rosas y a hacerse una idea un poco más fiel a la realidad de lo que pasará con la llegada del nuevo miembro de la familia. Lo bueno de los cuentos de Teo es que se pueden leer con nenes pequeñitos a partir de los 2 años hasta nenes más grandes por la cantidad de detalles que tienen los dibujos y que se pueden comentar.

“Dentro de nuestra mamá” (Jo Witek, Editorial Bruño)

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https://www.infantilandia.es/cuentos-de-educacion-emocional-/609-dentro-de-nuestra-mama-te-espero-fuera-hermanito.html

Cuando hice la búsqueda de cuentos para Pichí éste me llamó mucho la atención. Tiene también solapas y dibujos muy sencillos y los comentarios eran muy positivos. Aún así cuando fui a la librería (por cierto, sólo lo encontré en Dideco ) y lo hojeé me pareció muy abstracto para una niña de dos años y medio. Es una hermanita hablando a la barriga de la mamá donde, abriendo la solapa puedes ver al bebé creciendo. Pero en vez de hablar concretamente de lo que va a pasar se centra más en lo que le gustaría hacer a la hermana mayor con el bebé cuando salga. No sé, lo veo ideal para niños más mayores, a partir de 4 años o así y por eso, en nuestro caso, lo descartamos.

“Te quiero, hermanito” (  C. Huet-Gomez. Editorial Tramuntana).

https://www.casadellibro.com/libro-te-quiero-hermanito/9788494284106/2527594

Este, personalmente, me resultó el horror de los horrores. Lo vi en internet y luego en la librería y aluciné. El pollito está super contento de tener para él solo a sus papás mientras los demás tienen hermanitos y cuando su mamá se pone a incubar el huevo el pollito se enfada, da un puñetazo sobre la mesa… por no hablar de que le da con un palo al huevo o algo así… no lo recuerdo bien pero transmite mucha frustración y agresividad. Quizá para ayudar a un niño a trabajar los celos pueda ser útil (tendría que ver bien si da soluciones para canalizar el malestar del hermano mayor) pero a mí me produjo mucho rechazo, la verdad.

 

 

Pues estos son los libros que hemos visto sobre el tema, ¿los conocíais? ¿Cómo le contasteis al mayor la llegada del bebé?

CUENTO PARA QUITAR EL PAÑAL: TODOS HACEMOS CACA

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Portada

Gracias a Boolino nos hemos hecho con un cuento que yo tenía ganas de tener para Pichí y que seguramente, hubiese acabado comprándole. Y es que con dos años y dos meses ronda ya sobre nuestras cabezas la operación pañal además de la risa que le da a la niña con el “caca, culo, pedo pis”. Y este cuento lo tiene todo.

Todos hacemos caca (editorial Blackie Little Books) es un cuento sencillo de Taro Gomi un autor japonés de literatura infantil. El libro tiene tapa dura y hojas de papel tipo cartulina así que resultan resistentes para una niña de dos años. Las ilustraciones son sencillas, grandes, llegando a ocupar toda la página y habla de cómo hacen las cacas los distintos animales (los que viven en el agua, en la tierra, los que la hacen pequeña, los que la hacen grande etc.) y también razona con los niños que, puesto que todos comemos, todos tenemos que hacer caca. Cuando Alma de Papi vio las ilustraciones puso un poco cara de susto al ver lo explícitas que eran pero para mí gusto, así tiene que ser, los niños tienen que tener claras las cosas y dando rodeos (pintando una caca que nadie sabe de dónde ha salido, en este caso) sólo conseguimos liarles. Para mi gusto un 10 las ilustraciones.

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Como os decía, planea ya en esta casa (aunque sin ninguna prisa, todo hay que decirlo) el tema de quitar el pañal y a mí, gran fan de la lectura, los cuentos me parecen un recurso genial para ir adelantándoles a los niños lo que les espera. Además, tenemos casos cercanos de nenes que no han tenido problema a la hora de controlar el pis pero la caca se les ha resistido. Hay muchos nenes a los que les da miedo este momento y pueden estreñirse un montón. Por eso nosotros hemos empezado ya con este tipo de cuentos y Pichí está encantada. Le hace mucha gracia el tema de las cacas, hace que las huele y hasta le ha entrado curiosidad por ver las suyas (jajaja perdón por lo escatológico pero aquí hay que andarse sin paños calientes).

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Página final

Siguiendo con mis recomendaciones para regalar estas navidades (son todo cuentos, ¡¡fíjate tú!! Jejeje) ahí os dejo esta opción genial para nenes que tienen próximo el momento de quitar el pañal o que simplemente pasan un buen rato hablando de cacas y culos. Y como siempre, gracias a Boolino por darnos la oportunidad de ampliar nuestra biblioteca con libros tan geniales.

¿Usasteis cuentos para ayudar a vuestros hijos con el control de esfínteres? ¿Qué os ha parecido el cuento?

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http://www.boolino.es/es/

CUENTO SOBRE LAS EMOCIONES: HAZ MUECAS CON TEO

Ya sabéis que en esta casa somos muy aficionados a la lectura y hacemos uso de la biblioteca pública de nuestro pueblo para coger cuentos para la peque. Si no lo hacéis aún os lo recomiendo porque en las salas infantiles sueles ser más tolerantes con el ruido y puedes ir con el niño perfectamente, que ojee cuentos y dejarle hacer para descubrir mejor sus gustos y qué libros le llaman la atención. Además podéis preguntar sobre si realizan algún taller infantil tipo teatros o cuentacuentos. En la nuestra tienen el tema un poco abandonado pero en el pueblo de al lado lo tienen muy bien montado y tenemos pendiente pasarnos a alguna actividad, ¡investigad, investigad!

Todo esto viene a que la última vez que fuimos, encontré un libro que usaba para trabajar con los niños con autismo y me hizo especial ilusión encontrarlo: “Haz muecas con Teo” de la editorial timunmas.

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Este cuento es ideal para nenes a partir de los dos años. Sus páginas son de cartón resistente y las pueden pasar muy bien. En cada página se centran en una emoción (alegría, tristeza, enfado, miedo, llorar y relamerse). A un lado cuentan e ilustran la situación que provoca la emoción y en la otra página, ocupándola toda sale la cara del personaje en cuestión con la emoción. Y lo que más me gusta es que incluye un espejo para que el niño pueda imitar la emoción de la página.

Los niños comienzan identificando las emociones en la cara de los demás y, posteriormente, ponen nombre a sus propios sentimientos. Con este cuento se puede trabajar a distintos niveles, (ya os conté que no vale contar un cuento de cualquier forma) por ejemplo fijándose en los rasgos de la cara de la emoción y tratar de copiarlos o, con nenes más mayores analizando la situación que provoca esa emoción y pensando en situaciones que provoquen esas emociones en nosotros mismos.

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Como os he dicho, lo usaba para trabajar las emociones con los niños con autismo ya que suelen tener más problemas que el resto para identificar las emociones en la cara de los demás y no os digo en ellos mismos. Algo que nosotros aprendemos sin darnos cuenta a ellos hay que enseñárselo claramente porque si no no lo aprenden así que si tenéis algún nene así cerquita le vendrá fenomenal.

A Pichí le ha encantado. Teo es un personaje que le encanta y con los dibujos tan detallados y tan grandes le llamó la atención enseguida. Le cogió el tranquillo a copiar las caras de los personajes pero, eso sí, sólo de las emociones más positivas. La tristeza y el enfado las pasaba de largo y no quería imitarlas así que ahí lo dejamos.

Quería compartir con vosotros este cuento tan chulo y tan completo y que ahora que vienen las fiestas puede ser un regalo útil y original para los peques y de paso desearos unas MUY FELICES FIESTAS. ¿Lo conocíais? ¿Trabajáis las emociones con vuestros hijos?

LOS 18 MESES DE PICHÍ

Hacía tiempo que no me ponía a describir cómo va cambiando Pichí y se me ponen los ojos como platos cuando leo las cositas que hacía a los 8 meses, a los 9, a los 10, a los 11, al año… es increíble cómo cambian en 6 meses (pienso en las Navidades y es increíble lo que le ha cundido para crecer jeje) y es que además, en este último mes he notado que, sobre todo a nivel de lenguaje expresivo el desarrollo es un no parar.

*A nivel motor:

Pichí se mueve para donde quiere, corre y sube y baja escaleras esto último con un poco de ayuda si la escalera es grande si no si que salva pequeños obstáculos. Se quiere subir a tooodo escalón que ve así que nuestros paseos se hacen un poco largos. Le encanta correr y ya si es en cuesta ni te digo, se parte de risa. Sube y baja del sofá sola, hace la voltereta con nuestra ayuda en la cama… en fin, parece que no ha heredado mi flexibilidad de palo de escoba yujuuu ( a ver si ella aprueba gimnasia jeje).

 

*Dientes:

Hemos perdido la cuenta de los que tiene ya. Hubo parón hasta los 16 meses o así que tenía las encías muy inflamadas y le han ido saliendo un montón de poquitos poco a poco.

 

*Alimentación:

¡Come de todo! Excepto frutos secos, marisco y carnes crudas. El resto lo ha probado todo y encima se lo come fenomenal (ella solita con su cuchara o su tenedor y bastante decentemente). Le encanta el tomate, la paella y las patatas en todas sus variantes. Eso sí, leche de vaca toma bastante poca (queso y yogur sí) en plan ni un dedito de la taza pero como seguimos con lactancia materna no hay problema.

 

*Sueño:

Ahí vamos. Parece que llevamos desde los 15 meses con una rutina bastante aceptable en la que duerme de 23:30 a 9:15 (o 10:00, 10:30 depende del día) y luego se echa una siestaza de 2 horitas entre las 16:30 y las 18:30. A veces es menos y las horas varían un poquito pero en general es bastante predecible de lunes a viernes (cuando hay jaleo el fin de semana no se sabe por dónde va a salir). Despertares nocturnos normalmente tiene uno aunque también tenemos días chungos de desvelarse, de despertarse dos o tres veces….qué os voy a contar.

 

*Comunicación:

– Entiende premisas sencillas y complejas (cualquier día me trae el “este” que está en el “ese”).

– Dice bastantes palabras: agua, papá, mamá, yaya, guagua, teta,  to (para “roto”), tata (para “caca”), bobo (para “globo”). También se sabe los nombres de sus dos niños favoritos y no son precisamente fáciles de decir, pero oye, los dice perfectos. Hasta aquí en español, que la tía dice “aaay” señalándose los ojos y “mou” señalando la boca.

– Ya dice no cuando es no y sí cuando es sí. Hemos pasado una etapa cachondísima en la que le preguntabas ¿quieres galleta? Y ella verbalizaba un no clarísimo y decía que sí con la cabeza. Era que sí, menos mal que su santa madre la iba traduciendo todo el rato.

-Tiene vocabulario para dar y tomar, sabe los sonidos de los animales, las partes del cuerpo, las comidas…

*Juego:

-Creo que jugar con otros niños es lo que más le gusta en este mundo. Le da igual que sean pequeños o mayores, se pone a correr detrás de ellos y a un pilla-pilla no se resiste nadie (en serio, la he visto meterse en el bote a un niño hecho y derecho de 9 años). Eso y correr detrás de la pelota. Se lo pasa pipa.

– En casa le gustan las pompas, pasearse con el carrito de las muñecas para arriba y para abajo, ver cuentos, bailotear cualquier música, montar una casita con bolas que tenemos y meterse dentro, asomarse…

*Personalidad:

Pichí es una niña muy cariñosa, de las que da besos espontáneos a las personas que quiere (esto incluye cualquier niño en el parque que de pronto le caiga en gracia). Sólo se enfada cuando está cansada o tiene sueño y de momento no pega, ni empuja, ni quita los juguetes de mala gana ni aunque se los quiten a ella. Se pone “pelusona” cuando Alma de Papi y yo nos damos besos y entonces me llama “mamaaaaa, mamaaaaa” para que vaya a darle besos a ella. Le encantan los “besos de sándwich” que le damos Alma de Papi y yo, uno por cada lado. Es curiosa y da la sensación de que bastante extrovertida, no tiene problema para acercarse a cualquiera y “contarle sus cosas” o de probar cosas nuevas. Se levanta con una sonrisa, ya dando besos y su abuelo es su debilidad ( y eso que no es al que más ve de todos). Tiene cosquillas en los pies y en las costillas y su animal preferido es el mono.

 

Madre mía, según escribo esto me doy cuenta de que lo que cuento ya no son cositas de bebé sino de una niña mayor, que juega, se entretiene, se relaciona y deja ver su personalidad.

Creo que no puedo enamorarme más.

EL LENGUAJE DE SIGNOS Y LOS BEBÉS

Últimamente he visto en varios sitios que ofrecen dar cursos para los papás para enseñar lenguaje de signos a los bebés.
Por mi trabajo, como la mitad de los niños con autismo no tienen lenguaje ( y en los que casos en los que aparece no suele ser funcional, es decir, son repeticiones sin querer comunicar algo realmente) usamos comunicación con imágenes (fotos o dibujos) y, por supuesto, también los signos. Así que, obviamente, el tema me llama la atención.

En esta casa somos muy fans de Baby Einstein porque a Pichí le enganchó bastante desde los 4 meses o así y hay un capítulo en el que apoyan el vocabulario con signos (eso sí de los americanos que no todos coinciden con el lenguaje de signos español). Total, entre eso y el oír que les enseñan a los niños lenguaje de signos… ¡pues a probar! Que los conocimientos los tengo, jeje.

Y es curioso porque Pichí, a sus 16 meses, aprende rápido. Estamos en una fase de amor incondicional a los cuentos (hemos descubierto la biblioteca infantil, que ya os contaré). Y también estamos en una fase en la que suelta tremendos discursos diciendo :”totototototo???? “tututututuuuu?” así, como preguntando. Es un poquito frustrante porque no terminamos de entendernos pero el otro día se me ocurrió enseñarle el signo de cuento para que los pidiese. ¡Y Bingo! Imitó el gesto a la perfección y tras varias repeticiones asociándole la palabra “cuento” al signo ha tenido varios momentos de signar al oír la palabra. Probablemente dentro de poquito la signará espontáneamente para pedir un cuento.

Los cursos que ofrecen y lo que yo os he contado al final es un aprendizaje un poco “artificial” en el sentido de que le enseñamos algo concreto como es el signo y que el niño no expresa por sí mismo sin enseñanza por nuestra parte. Sin embargo, los niños, cuando están empezando a hablar primero se comunican así, con gestos “de su propia cosecha”. Como anécdota os diré que el otro día Pichí me señalaba el montón de cuentos que tiene y le di uno de Pocoyó, pensando que era el que quería. Ella me lo apartó e hizo el gesto de “cucú tras”. Se refería a uno de solapas con el que jugamos a ese juego. Hizo la asociación ella solita y yo la entendí perfectamente. Quiero decir que el comunicarse gestualmente es algo innato en los niños que todavía no manejan el lenguaje y, enseñándoles signos podemos potenciar esa comunicación.

Como apunte también os comento que los signos, tanto en autismo como en niños con desarrollo normal son una manera de comunicación que complementará al lenguaje. NUNCA lo sustituirá, es decir: no por usar signos nuestros hijos no van a hablar nunca. Si tienen la capacidad de hablar (que si no tienen trastornos asociados lo suyo es que la tengan) hablarán. Si les enseñamos signos no retrasará ni entorpecerá la aparición del habla. Probablemente, todo lo contrario ya que es una manera de comunicarse con los adultos y de entender la influencia que tienen ellos mismos en el entorno demandando sus deseos.

¿Habías oído hablar del lenguaje de signos para bebés? ¿Cómo os comunicabais con ellos cuando aún no hablaban?

LA BIBLIOTECA: VEHÍCULOS DE LA CIUDAD

Esta semana os traigo un libro chulísimo que nos ha llegado a nuestra casita de la mano de Boolino. Tengo que decir que hubo un error con los emails y se han portado fenomenal, me han atendido super amables y me han solucionado el malentendido que tuvimos con creces, así que supongo que a los clientes los tratarán igual o mejor. ¡Un diez!

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El librito que nos ha llegado es VEHÍCULOS EN LA CIUDAD de la editorial COMBEL. Es un libro de pop-ups y pestañas de los que a mí, personalmente, me rechiflan. Está destinado a niños mayores de 3 años porque los vehículos desplegables tienen piezas pequeñitas que se pueden desprender aunque nosotros lo hemos usado con Pichí bajo supervisión y no hemos tenido problema ya que es de tapa dura y además las páginas aunque son delicadas son de un papel resistente.

Todas las páginas tienen la misma estructura y cada una está dedicada a un tipo de vehículo: el autobús, la grúa, la ambulancia, el taxi etc. El sentido de lectura del libro es en horizontal y en cada página se despliega un vehículo, se describe algunas de sus funciones y al final en letra más grande aparece el nombre del vehículo que es, todo ello en letra de imprenta.autobus.jpg

Lo que más me ha llamado la atención es el detalle con que están hechos los vehículos. A parte del desplegable, todos tienen algún detalle de tipo pestaña que es una sorpresa (las puertas del autobús se abren, el camión de basura vuelca una bolsa en su interior etc). Reconozco que disfruté ojeándolo tranquilamente antes de compartirlo con Pichí. contraportada.jpg

Como bien recomiendan en su contraportada y ya he comentado, es un cuento para nenes un poquito mayores que Pichí porque de un mal tirón podemos cargarnos la página y es una pena. Aún así nos sentamos en el sofá y lo estuvimos ojeando (con mucho cuidado porque la nena lo único que quería era meter mano donde pillase) y le encantó ver los dibujos, hacer los ruidos e interactuar con las pestañas.

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¿Y a vuestros nenes? ¿Les gustan los libros de pop-ups?

EL MEJOR Y EL PEOR REGALO QUE NOS HAN TRAIDO LOS REYES

Que conste que estamos muuuuy contentos porque, en esta casa, Los Reyes se han portado fenomenal y han atendido a nuestras plegarias de no inundarnos de juguetes. Y es que, teniendo el cumple de Pichí a mediados de noviembre se me hace un mundo encontrar más hueco en el salón para los juguetes que, en menos de dos meses se han multiplicado por 10. Así que hemos recibido una sillita de paseo, una bolsita más llevadera para sus cosas, una colcha de la Princesa Sofía para su futura cama, una super triciclo, una funda-atril para la tablet (que menudo show montábamos sujetándola con las botellas de agua mientras cenábamos para que Pichí no protestase mucho) y así, en general bastante regalo práctico aprovechando que, de momento, la pobre no hace carta.

Tengo que decir que es mi opinión y no la de Pichí la que voy a plasmar aquí porque ella ha pasado bastante de abrir regalos este año y, si por ella fuera, el mejor regalo que ha recibido por Reyes ha sido el catálogo de juguetes para arrancarle las páginas sin miramientos. Esa es la felicidad de mi hija jeje. Miento, hay uno que le ha encantado y va a todas partes con él y es…

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Síii!! Un cuento de La Princesa Sofía. Cómo se le ilumina la cara a esta niña cuando la ve, lo llego a hacer a posta y no me sale jajaja (Alma de Papi tiene un poco de disgusto porque le das a elegir entre algo de Superman y algo de la Princesa Sofía y la niña se tira a por lo que sea de su amada princesa jeje). El cuento no lo pedimos, es para mayores de 3 años, pero la varita hace ruiditos poniéndola sobre las páginas y a Pichí le ha rechiflado. Ha sido el regalo estrella.

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https://www.megabloks.com/es-es/shop/construction-toys/first-builders/1-2-3-learning-train-dbl08

El trenecito de megablocks a mí me ha encantado. Me parece un juguete versátil, al que se le pueden dar distintos usos según el niño va creciendo y encima potencia la imaginación. Pichi de momento pone alguna pieza sobre otra y poco más, le divierta más sacarlas y volver a guardarlas en la caja o cambiarlas de un sofá a otro, pero creo que le sacaremos mucho rendimiento.

Y, desde el cariño, tengo que comentar los dos regalos que menos me han gustado. En este caso sí, es mi gusto personal, y a cualquier otra mamá a lo mejor le hubiesen encantado pero conmigo no han acertado.
Uno es un conjunto de gorro, manoplas y bufanda de TUC TUC. Que mira que hay cosas monas pero es que es una fiesta de colores chirriantes (para mí, que llevo a Pichí con un gorrete blanquito con una flor del H&M moníiiisimo) rosa, naranja y verde. Menos mal que le va pequeño y con esa excusa vamos a intentar que nos lo cambien por otra cosa. Porque ponérselo, ays… no se lo iba a poner :(.
Y el último… según lo desenvolvíamos no me lo podía creer. Nos han regalado “el conejito que quería dormirse”. Para el que no lo conozca es un cuento mal escrito, con dibujos feos que busca aburrir como ostras a los niños (algunos dicen que intenta llevarlos a un estado de hipnosis y todo, aunque yo lo dudo) repitiendo hasta la saciedad “te vas a dormir ahoraaaaa” “ahora tienes mucho sueñoooooo”. Lo siento, pero es anti-yo. Mi niña se duerme a la teta y cuando se duerma con un cuento espero que sea con uno que le guste, que la relaje y que disfrutemos leyéndolo juntas no uno que la lleve a un estado de trance y si me da por ahí pueda hacer cacarear a la niña cuando oiga la palabra “lunes”.

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http://crianzaconapegoyliteratura.blogspot.com.es/2015/08/el-conejito-que-queria-dormirse-una.html

Hasta aquí nuestros Reyes, ¿cuál ha sido el mejor regalo que os han hecho a vosotr@s o a vuestros vástagos? ¿Y el peor?

 

 

CÓMO CONTAR UN CUENTO A UN NIÑO MENOR DE UN AÑO

Desde que empecé a trabajar es la madre de Alma de Papi la que cuida de Pichí las dos horas y media que paso fuera de casa. Mientras yo corro cual pollo descabezado por la casa ultimando los detalles para mi partida (un drama, lo sé) ella entretiene a la niña y ya al final me siento a darle el pecho y procedo a irme. Total, que me lío, el otro día, entre un ir y venir de dejar cosas preparadas oí a Alma de Suegri contarle un cuento de tela con dibujitos de la granja tal que así: y la vaca………y el cerdo……oy, qué cochino el cerdo…… y el caballo……. (nótese el tono monótono mientras ella pasaba páginas con la niña revolviéndose un poquillo en el sofá).

Y claro, es que yo, por mi trabajo, tengo que saber contar un cuento con la suficiente gracia para que a un niño con autismo le apetezca hacerme caso. Y eso implica desplegar toooodas tus dotes de actriz y olvidarte de las vergüenzas exprimiendo cada página de las cinco de un libro de tela. Yo pensaba que todo el mundo lo sabía, pero vi que no, así que decidí compartir con vosotras cómo le cuento yo los cuentos a Pichí para llamar su atención.

– El cuento no es una obligación. Si le apetece lo contamos, si no no. Por supuesto, la duración es bastante cortita. No sé si llegará al minuto. Eso sí, es variable, porque a veces le apetece repetir páginas o le interesa mucho tal animal y a lo mejor lo alargamos un poquito.

Dejarles que participen. Pîchí toca los pelos de la oveja, el charco del cerdo… y también pasa las páginas. A veces de dos en dos y otras veces muy cuidadosa de una en una. Obviamente hay que darles un cuento que no vayan a romper porque si estamos preocupados por eso, al final la actividad no se disfruta.

-Lo suyo es que sea un tema del que se pueda sacar chicha. Por ejemplo los animalitos, los medios de transporte, cosas de la vida diaria. Así además les vamos familiarizando con lo que les rodea en la vida cotidiana y a nosotros nos da más juego para llamar su atención.

-Hacer toooodos los ruidos y onomatopeyas aplicables a tooodos los dibujitos de la página. Se puede ir señalando con el dedo el animal que vamos a imitar, nombrarlo y entonces ya desplegar todos nuestros ruidos y caras posibles.

– Estructurar la narración del cuento con frases cortas y repetitivas. La historia en sí para un niño menor de un año no es lo importante. Con frases sencillas, el niño puede llegar hasta a anticipar cuándo haremos un ruidito si todas las páginas las contamos con la misma estructura: “Y fue a despertar al caballo: ¡caballooooo! Y dijo el caballo: Iiiiiiiii pffffff (sonidito del animal jaja).

– Poner caras, poner voces… contar el cuento como nos gustaría a nosotros si fuésemos niños y disfrutar como ellos cuando lo contamos.

El cuento que más le cuento a Pichí. ¿Se ve su manita intentando cogerlo? ¡Ni una foto me deja hacerl!
El cuento que más le cuento a Pichí. ¿Se ve su manita intentando cogerlo? ¡Ni una foto me deja hacerl!

¿Cuándo empezasteis a contarles cuentos a vuestros hijos? ¿Cómo lo hacéis vosotr@s?