SELLO DE CALIDAD: PROBANDO INSECTDHU DE MAMA NATURA

Gracias a Madresfera y a los laboratorios DHU hemos podido probar esta semana la línea para el cuidado y la protección de la piel frente a picaduras (no solo de mosquitos sino también de medusas o plantas urticantes) de #MamaNatura.

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La verdad que en esta casa no somos muy de que nos piquen los mosquitos y “tenía miedo” de que en diez días no tuviésemos tiempo de probar su eficacia por falta de oportunidades… ¡ja! Yo no sé qué nos ha pasado este año que ¡ya llevamos dos rachas de picaduras para toda la familia! Es verdad que Pichí no se rasca mucho y no nos da mucha reacción pero oye, el alivio y el fresquito de del roll-on (que es lo que me he echado yo) y del gel que les he echado a Alma de Papi y a Pichí es evidente.

La gama de insectDHU se presenta en dos formatos uno de roll-on de 10 ml y otro de gel de 25 g. Destaco el formato de roll-on por lo fácil que es la aplicación asegurándonos de que no queda ningún resto en las manos y favorecemos la autonomía de nuestros peques. Además está indicado su uso a partir de los 0 meses. Y es que es verdad que su composición se basa en un montón de plantas para combatir los picores y la hinchazón (citronela, eucalipto, hamamelis).

Desde Madresfera nos han pedido que puntuemos del 1 al 5 en 4 categorías:

*EFICACIA: 5, comprobado por todos los integrantes de esta familia. La señal de fresquito y la disminución del picor se notan enseguida.

*OLOR: 4, podría tener un olor bastante más suave, desde luego aunque tampoco es que resulte desagradable (como el pestuzo a amoniaco que recuerdo de lo que me echaban a mí de pequeña).

*FORMATOS DISPONIBLES: 4, por un lado está bien que los formatos sean pequeñitos para poder llevarlos en el bolso aunque quizá para la gente que tiene que usarlo mucho se le quede bastante pequeño. Como ya he dicho el de roll-on me ha encantado porque se aprovecha perfectamente toda la aplicación y no te manchas las manos. Además, el de roll-on una vez abierto dura sólo 6 meses (frente a los 24 que dura el gel). Está bien porque así no tienes que tirar el producto casi entero de un verano para otro, al de roll on me refiero y quizá, el formato gel podría hacerse más grande.

*COMPOSICIÓN: 4. Como ya sabéis experta no soy pero me ha gustado leer un montón de ingredientes naturales en la composición (y que no lleve ni amoniaco ni corticoides, ¡bravo #MamaNatura) , eso siempre da tranquilidad a la hora de aplicárselo a nuestros niños. No le pongo un 5 porque lleva alcohol, que hace que si tienes una heridita de rascarte escueza, pero claro, ¡no sé si es necesario que estas cosas lleven siempre algo de alcohol!

Os dejo el enlace a la página web de #MamaNatura donde además de sus productos tenéis una guía con consejos útiles acerca de prevenir las picaduras y qué hacer una vez que ya nos han picado y que se agradece un montón.

¿Qué les ponéis a vuestros peques para las picaduras? ¿Conocíais la marca InsectDHU?

SELLO DE CALIDAD CALENDUFLORBABY TOALLITAS Y CREMA DE PAÑAL

Gracias a Madresfera y a los laboratorios DHU hemos podido probar en el culete de Pichí tanto las toallitas de CalenduflorBaby como la cremita de pañal ambas dentro de la línea Mama Natura.

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Lo cierto es que no conocía estos laboratorios ni esta marca porque en casa en este tema somos un poco “sota, caballo y rey”, quiero decir, que Pichí, por suerte, no ha tenido muchas irritaciones y lo poquito que hemos probado nos ha ido bien. Aún así, me animé a participar en el sello de calidad por el interés que me suscita el tema de probar productos más naturales para nuestros hijos y más ahora que queda menos de un mes para que nazca “La Nueva”.

Tanto las toallitas como la crema para el pañal son productos aptos para el cuidado diario de la piel del bebé a base de extracto de caléndula, una flor que protege y regenera la piel de la manera más natural.

Desde Madresfera y Calenduflor nos han pedido que evaluemos del 1 al 5 en función de nuestra satisfacción  cuatro criterios:

*TEXTURA:5.  La textura de las toallitas es super suave cosa que el culete de nuestros niños obviamente siempre van a agradecer. Además van bastante húmedas, cosa que a mí, personalmente me gusta para usar las justas y necesarias y no perjudicar en exceso el medio ambiente. La textura de la crema para el pañal también me ha parecido perfecta (otro 5) es ligerita y no muy pastosa pero de las que da la sensación que hidrata bastante aunque esto, al final, es cuestión de gustos.

*OLOR: 5. Sin duda es lo que más me ha gustado. No soy de las mamás a las que les enloquece el típico olor a “Nenuco” sino que prefiero olores más sutiles y que a mí me parecen más amables y naturales. En este caso tanto la crema como especialmente las toallitas huelen a caléndula sin ser demasiado exagerado. Me ha encantado.

*CALIDAD: 5. En función de lo que hemos probado ambas cumplen su función a la perfección. Como he dicho las toallitas vienen bien húmedas cosa que para mí es una ventaja, porque con las de marca blanca estoy acostumbrada a tener que poner el envase bocaabajo para empapar las primeras. En este caso no hace falta y además el envase cierra bastante bien y no es rígido con lo que puede llevarse en el bolso. En cuanto a la cremita, igualmente le damos un 5 porque en estos días de calor hemos podido comprobar cómo a Pichí le ha aliviado un montón las irritaciones que le han salido por el roce del pañal. Con un par de aplicaciones su piel ha mejorado un montón y le han desaparecido los granitos que tenía.

*En COMPOSICIÓN a las toallitas les doy un 3. Partamos de que tengo muchísima menos idea de lo que me gustaría de estas cosas pero lo que menos me ha gustado de las toallitas y más me ha llamado la atención al ser una marca tan orientada a los bebés es que contienen Phenoxyethanol. Si se busca en internet (cosa a la que me animé al ver que llevan caléndula y quería ver qué más ingredientes naturales llevaban) se ve que es un componente que no deberían llevar las toallitas de los menores de 3 años. Al pasar tantos controles de calidad supongo que será en un porcentaje super pequeño pero desde aquí estaría bien sugerir a la marca que traten de eliminarlo de los componentes de las toallitas (desde toda mi humildad e ignorancia lo comento). He de aclarar que la crema para el pañal no lo lleva así que subiría la puntuación a 4. Y el punto positivo de las toallitas es que no llevan parabenos ni están blanqueadas con cloro así que, en ese sentido fenomenal.

¿Conocíais la marca Calenduflor? ¿Qué tal la experiencia?

CUENTOS SOBRE LA LLEGADA DEL HERMANITO

Como siempre os digo, bien sabéis que en esta casa nos encantan los cuentos y yo, tenía claro, que para explicarle a Pichí la llegada del nuevo miembro de la familia compraríamos algún cuento chulo para leer en familia.

Qué os voy a contar, abordar ciertos temas con los niños mediante cuentos es la manera ideal de pasar un rato en familia, de comunicarnos juntos, de conocer qué piensa el niño y de asegurarnos de que entiende lo que le estamos explicando. Eso sí, no vale cualquier cuento. Pese a que últimamente los autores y las editoriales están creando cuentos muy trabajados para casi todos los temas es importante elegir uno adecuado a la edad del niño, su nivel de comprensión y su personalidad. Por eso, hoy os cuento los dos libros por los que nos hemos decantado para explicarle a Pichí la llegada de “la nueva” y otros dos que descartamos aunque quizá a vosotros os pueden servir.

“Lulú tiene un hermanito” (Camila Reid, Editorial SM).

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Éste es el libro que le hemos comprado. Es ideal para niños a partir de 18 meses-2 años porque los dibujos son claros, divertidos y ¡tiene solapas! Además es bastante duro y resistente. Aborda el tema por encima, sin entrar en profundidad, explicando que mamá tiene un bebé en la barriga, que está cansada, que un día llama la abuela al timbre, juega con Lulú y al día siguiente llegan sus papás con el hermanito. No idealiza al bebé, en el sentido de que explica que mamá va a estar ocupada, que Lulú tiene que hacer muchas cosas con papá pero que aún así hay tiempo para todo y mamá también jugará con ella. Y que además, con el tiempo, el hermanito crecerá y serán compañeros de juegos. Nos decidimos por él por su sencillez, su positividad y lo concreto que era. Sale un dibujo de la ecografía del hermanito de Lulú y Pichí lo asocia con las ecografías que tenemos de “la nueva”. Adelanta que no todo será fácil cuando llegue el bebé pero se centra sobre todo en lo positivo y la protagonista es una niña como Pichí, con la que se identifica y por eso a nosotros y a Pichí nos encanta. ¡Por el módico precio de 11,95 euros jajaja).

“Teo y su hermana” (Violeta Denou, Editorial Timunmas).

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Este cuento lo cogimos de la biblioteca. Pichí ya tiene algún cuento de Teo así que el punto positivo es la familiaridad. Personalmente me gusta un poco menos que el de Lulú porque se me queda como anticuado. Hay una imagen de un nido en el hospital, Teo dándole un biberón a la bebé o una especie de bautizo sin nombrarlo al final del cuento. A Pichí le gusta bastante también así que se lo contamos adaptándonoslo a nuestro gusto y listo.  También es positivo en general aunque tiene escenas que muestran los celillos del hermano mediano pidiéndole a la mamá que lo coja en brazos o a Teo asustado porque el bebé llora mucho de noche, cosas que, como he dicho antes, sirven para adelantar a nuestros hijos mayores que no todo va a ser un camino de rosas y a hacerse una idea un poco más fiel a la realidad de lo que pasará con la llegada del nuevo miembro de la familia. Lo bueno de los cuentos de Teo es que se pueden leer con nenes pequeñitos a partir de los 2 años hasta nenes más grandes por la cantidad de detalles que tienen los dibujos y que se pueden comentar.

“Dentro de nuestra mamá” (Jo Witek, Editorial Bruño)

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https://www.infantilandia.es/cuentos-de-educacion-emocional-/609-dentro-de-nuestra-mama-te-espero-fuera-hermanito.html

Cuando hice la búsqueda de cuentos para Pichí éste me llamó mucho la atención. Tiene también solapas y dibujos muy sencillos y los comentarios eran muy positivos. Aún así cuando fui a la librería (por cierto, sólo lo encontré en Dideco ) y lo hojeé me pareció muy abstracto para una niña de dos años y medio. Es una hermanita hablando a la barriga de la mamá donde, abriendo la solapa puedes ver al bebé creciendo. Pero en vez de hablar concretamente de lo que va a pasar se centra más en lo que le gustaría hacer a la hermana mayor con el bebé cuando salga. No sé, lo veo ideal para niños más mayores, a partir de 4 años o así y por eso, en nuestro caso, lo descartamos.

“Te quiero, hermanito” (  C. Huet-Gomez. Editorial Tramuntana).

https://www.casadellibro.com/libro-te-quiero-hermanito/9788494284106/2527594

Este, personalmente, me resultó el horror de los horrores. Lo vi en internet y luego en la librería y aluciné. El pollito está super contento de tener para él solo a sus papás mientras los demás tienen hermanitos y cuando su mamá se pone a incubar el huevo el pollito se enfada, da un puñetazo sobre la mesa… por no hablar de que le da con un palo al huevo o algo así… no lo recuerdo bien pero transmite mucha frustración y agresividad. Quizá para ayudar a un niño a trabajar los celos pueda ser útil (tendría que ver bien si da soluciones para canalizar el malestar del hermano mayor) pero a mí me produjo mucho rechazo, la verdad.

 

 

Pues estos son los libros que hemos visto sobre el tema, ¿los conocíais? ¿Cómo le contasteis al mayor la llegada del bebé?

CUENTO PARA QUITAR EL PAÑAL: TODOS HACEMOS CACA

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Portada

Gracias a Boolino nos hemos hecho con un cuento que yo tenía ganas de tener para Pichí y que seguramente, hubiese acabado comprándole. Y es que con dos años y dos meses ronda ya sobre nuestras cabezas la operación pañal además de la risa que le da a la niña con el “caca, culo, pedo pis”. Y este cuento lo tiene todo.

Todos hacemos caca (editorial Blackie Little Books) es un cuento sencillo de Taro Gomi un autor japonés de literatura infantil. El libro tiene tapa dura y hojas de papel tipo cartulina así que resultan resistentes para una niña de dos años. Las ilustraciones son sencillas, grandes, llegando a ocupar toda la página y habla de cómo hacen las cacas los distintos animales (los que viven en el agua, en la tierra, los que la hacen pequeña, los que la hacen grande etc.) y también razona con los niños que, puesto que todos comemos, todos tenemos que hacer caca. Cuando Alma de Papi vio las ilustraciones puso un poco cara de susto al ver lo explícitas que eran pero para mí gusto, así tiene que ser, los niños tienen que tener claras las cosas y dando rodeos (pintando una caca que nadie sabe de dónde ha salido, en este caso) sólo conseguimos liarles. Para mi gusto un 10 las ilustraciones.

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Como os decía, planea ya en esta casa (aunque sin ninguna prisa, todo hay que decirlo) el tema de quitar el pañal y a mí, gran fan de la lectura, los cuentos me parecen un recurso genial para ir adelantándoles a los niños lo que les espera. Además, tenemos casos cercanos de nenes que no han tenido problema a la hora de controlar el pis pero la caca se les ha resistido. Hay muchos nenes a los que les da miedo este momento y pueden estreñirse un montón. Por eso nosotros hemos empezado ya con este tipo de cuentos y Pichí está encantada. Le hace mucha gracia el tema de las cacas, hace que las huele y hasta le ha entrado curiosidad por ver las suyas (jajaja perdón por lo escatológico pero aquí hay que andarse sin paños calientes).

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Página final

Siguiendo con mis recomendaciones para regalar estas navidades (son todo cuentos, ¡¡fíjate tú!! Jejeje) ahí os dejo esta opción genial para nenes que tienen próximo el momento de quitar el pañal o que simplemente pasan un buen rato hablando de cacas y culos. Y como siempre, gracias a Boolino por darnos la oportunidad de ampliar nuestra biblioteca con libros tan geniales.

¿Usasteis cuentos para ayudar a vuestros hijos con el control de esfínteres? ¿Qué os ha parecido el cuento?

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http://www.boolino.es/es/

CUENTO SOBRE LAS EMOCIONES: HAZ MUECAS CON TEO

Ya sabéis que en esta casa somos muy aficionados a la lectura y hacemos uso de la biblioteca pública de nuestro pueblo para coger cuentos para la peque. Si no lo hacéis aún os lo recomiendo porque en las salas infantiles sueles ser más tolerantes con el ruido y puedes ir con el niño perfectamente, que ojee cuentos y dejarle hacer para descubrir mejor sus gustos y qué libros le llaman la atención. Además podéis preguntar sobre si realizan algún taller infantil tipo teatros o cuentacuentos. En la nuestra tienen el tema un poco abandonado pero en el pueblo de al lado lo tienen muy bien montado y tenemos pendiente pasarnos a alguna actividad, ¡investigad, investigad!

Todo esto viene a que la última vez que fuimos, encontré un libro que usaba para trabajar con los niños con autismo y me hizo especial ilusión encontrarlo: “Haz muecas con Teo” de la editorial timunmas.

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Este cuento es ideal para nenes a partir de los dos años. Sus páginas son de cartón resistente y las pueden pasar muy bien. En cada página se centran en una emoción (alegría, tristeza, enfado, miedo, llorar y relamerse). A un lado cuentan e ilustran la situación que provoca la emoción y en la otra página, ocupándola toda sale la cara del personaje en cuestión con la emoción. Y lo que más me gusta es que incluye un espejo para que el niño pueda imitar la emoción de la página.

Los niños comienzan identificando las emociones en la cara de los demás y, posteriormente, ponen nombre a sus propios sentimientos. Con este cuento se puede trabajar a distintos niveles, (ya os conté que no vale contar un cuento de cualquier forma) por ejemplo fijándose en los rasgos de la cara de la emoción y tratar de copiarlos o, con nenes más mayores analizando la situación que provoca esa emoción y pensando en situaciones que provoquen esas emociones en nosotros mismos.

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Como os he dicho, lo usaba para trabajar las emociones con los niños con autismo ya que suelen tener más problemas que el resto para identificar las emociones en la cara de los demás y no os digo en ellos mismos. Algo que nosotros aprendemos sin darnos cuenta a ellos hay que enseñárselo claramente porque si no no lo aprenden así que si tenéis algún nene así cerquita le vendrá fenomenal.

A Pichí le ha encantado. Teo es un personaje que le encanta y con los dibujos tan detallados y tan grandes le llamó la atención enseguida. Le cogió el tranquillo a copiar las caras de los personajes pero, eso sí, sólo de las emociones más positivas. La tristeza y el enfado las pasaba de largo y no quería imitarlas así que ahí lo dejamos.

Quería compartir con vosotros este cuento tan chulo y tan completo y que ahora que vienen las fiestas puede ser un regalo útil y original para los peques y de paso desearos unas MUY FELICES FIESTAS. ¿Lo conocíais? ¿Trabajáis las emociones con vuestros hijos?

QUÉ REGALAR A UN NIÑO DE DOS AÑOS Y POR QUÉ

Como sabéis a mediados de noviembre es el cumple de Pichí y en un pis pas tenemos aquí Los Reyes. Para el tema regalos esto es una locura porque a nosotros nos gusta que lo que recibimos tenga su sentido, vaya de acuerdo al gusto de Pichí y, por qué no, también al de sus padres. Por eso SIEMPRE SIEMPRE SIEMPRE hay que preguntar a los padres si necesitan algo, de verdad que ahorramos tiempo todos.

A nosotros este año la mayoría nos han preguntado si queríamos algo en especial y algunos de los que no, he de reconocer que nos han sorprendido con sus regalos comprando cosas que yo tenía en mente o cosas que no se me hubiese ocurrido pedir nunca y que a Pichí le han encantado.

Dicho lo cual, os cuento aquí algunas cositas que nos han regalado y otras que pediremos para Reyes y las razones por las que los vemos juguetes adecuados a la edad y el desarrollo de nuestra hija y así de paso, os doy ideas por si alguno tenéis un peque de dos añitos cerca.

Comenzamos:

*Para practicar el juego simbólico: Ollas de metal, comiditas de madera, cocinita. Cualquier cosa que imite a lo que ven en su vida diaria, las tareas del hogar, la higiene etc. Con ello los niños desarrollan la imitación, planifican secuencias (hacer un café a mamá, echando leche y azúcar por ejemplo) y desarrollan el juego simbólico echándole mucha imaginación a sus juegos. En nuestro caso cuando nos ponemos a cocinar le damos a Pichí sus cacharrines un poco de la comida que vamos a preparar, coge el escalón para llegar a la encimera y allá que nos ayuda a trocear la coliflor o lo que sea. El tema de la cocinita ya os diré porque se me metió entre ceja y ceja hacerle una de cartón y va, poquito a poco pero va y espero poder enseñárosla prontito. Relacionado con la higiene también nos regalaron el “buenos días, perrito de Fisher Price”. Tiene canciones pegadizas, luces y objetos relacionados con la higiene personal como el peine, el cepillo de dientes, la pasta. A Pichí es que todo el tema “botones” le encanta así que este no podía faltar.

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Buenos días perrito de Fisher Price

http://www.jugueteriatristras.es/primera-infancia/27143-fisher-price-buenos-dias-con-perrito-mattel-887961334364.html

*Para aprender vocabulario: el arca de Noé de Playmobil 1,2,3, Mister Potato y cuentos. A partir de los 18 meses los niños empiezan a desarrollar el lenguaje a pasos agigantados. El lenguaje comprensivo se desarrolla mucho antes y van adquiriendo vocabulario sin que nos demos cuenta. Para practicar tanto su comprensión como su pronunciación podemos usar juegos de este tipo para trabajar los animales o las partes del cuerpo respectivamente (entre otras muchas cosas porque el Mister Potato me merece una entrada entera, madre mía la enjundia que se le puede sacar a ese juguete jeje). Por cierto, que no os recomiendo el de tela ya que aunque para peques puede parecer mejor  los velcros acaban por hacer que las partes del cuerpo no peguen bien y quedan caídas. Yo personalmente prefiero el de toda la vida aunque al principio les cueste a ellos un poquito más encajar las piezas.

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https://www.amazon.es/Playmobil-1-2-3-Arca-forma-malet%C3%ADn/dp/B00361FUG4

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http://www.hasbro.com/es-es/product/playskool-friends-mr-potato-head-classic:6684E149-5056-900B-10C0-2407809D44F0

*Para practicar la motricidad fina: pinchitos, pinturas, témperas, plastilina. Con dos años todavía nuestros peques son un poquillo torpes a la hora de realizar movimientos finos coordinando todos sus deditos como coger un lápiz, los cubiertos, cositas pequeñas etc. Por eso este tipo de juegos vienen fenomenal para que lo practiquen y además se diviertan y desarrollen su imaginación.

*Para desarrollar la imaginación: disfraces, pintura de caras. Las pinturas de cara era algo que me hacía especial ilusión tener porque a mí de peque me disfrazaban poco y es algo que, si a Pichí le gusta, me encantaría fomentar con ella. A parte me gusta  ofrecerle cositas nuevas, que no sea siempre lo mismo y pintarles la cara y que luego ellos se miren en el espejo y flipen en colores es una experiencia por la que aún no ha pasado.Las nuestras son las Playcolor de Dideco que es un producto testado dermatológicamente y no tiene parabenos.

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http://www.dideco.es/producto/maquillaje-playcolor-pocket-6-colores-basic/

*Para desarrollar habilidades musicales, ritmo: tambor, xilófono, maracas, piano… En esta casa nos encanta la música así que no podían faltar. Hay a padres que este tipo de regalos les parecen una pesadilla, así que, como os decía preguntar primero. A mí me encanta ver explorar a Pichí, imitar ritmos con las maracas, probar el xilófono y el tambor con distintos objetos a ver cómo cambia el ruido… ¡me quedaría horas mirándola! Además, ahora venden unos packs de varios instrumentos muy apañados. A nosotros, por supuesto, nos cayó uno de Peppa Pig.

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Y hasta aquí el resumen de los regalos que triunfan en esta casa para Pichí. ¿Y vosotros, tenéis ya pensados los Reyes? ¿Se me ha olvidado algo que a vuestros hijos les encantase con dos años?

CÓMO QUITAR EL MIEDO AL TERMÓMETRO

Ahora que empieza el frío, el cambio al calor de la calefacción, los virus de los coles… nuestros peques se ponen malitos y nos encontramos, tras todo un verano sin incidentes que están pachuchos y que ponerles el termómetro se convierte en una odisea.

No sé si os ha pasado a vosotros con vuestros retoños, el caso es que el otro día un papá dejó un comentario desahogándose acerca de la reacción que le dio a su peque la vacuna del año (curiosamente es uno de mis entradas más leídas, Pichí no debió de ser la única a la que le cayó mal la vacuna) y me hizo recordar lo mal que lo pasaba Pichí con el tema termómetro.

El termómetro es un “objeto extraño” que los niños no ven nunca hasta que se ponen malitos, tienen mal cuerpo y están más mimosos de lo normal. Está frío, se lo metemos debajo de un brazo y encima les obligamos a permanecer quietos y con el brazo pegado, lo que faltaba. Los padres nos ponemos nerviosos y terminamos gritando o amenazando así que lo normal es que lo asocien con algo negativo y de ahí el cirio que nos montan las criaturas.

A día de hoy Pichí lo lleva bastante mejor. Ya no monta la rabieta tremenda de ponerse colorada y llorar casi hasta quedarse ronca con solo ver el termómetro, así que os cuento cómo lo hemos hecho y lo que nos ha servido.

* La primera vez que se puso mala y nos pilló de sorpresa debía tener 7 u 8 meses y lo que mejor nos sirvió fue distraerla. Entre su juguete preferido, los vídeos del móvil y sobre todo la teta conseguimos que, por lo menos, nos permitiese dejar el termómetro puesto un tiempo.

*Contar hasta diez. Los niños tienen una concepción del tiempo distinta a la nuestra, no entienden el concepto “30 segundos” o “un minuto” que es lo que dura el termómetro. Nosotros, con Pichí desde pequeñita siempre hemos contado hasta 10 por ejemplo para lavarse los dientes, para peinar… así sabemos que es una cantidad de tiempo que ella controla y muchas veces ya sólo con oír el tono del “uuunoooooo” ya se relaja y sabe que hay que llegar hasta el 10.

*Antes de ponérselo a ella le preguntamos si quiere ponérnoslo ella a nosotros. Hacemos toda la parafernalia de contar hasta diez tal y como se lo vamos a hacer a ella y le verbalizamos lo tranquilitos que estamos. Nosotros somos el referente para nuestros hijos y tenemos que darles el ejemplo. Si aún la vemos insegura se lo ponemos también a alguna muñeca.

*Algo que la mayoría no hace y que es vital para quitar el miedo a situaciones que no se dan a diario sino que tardan más tiempo en pasar es trabajarlas aunque no sean necesarias. Me explico: si nuestro niño tiene miedo al termómetro, aunque esté sano podemos jugar a ponérselo. Así no tenemos la preocupación y el estrés añadido de saber cuánta fiebre tiene el niño sino que podemos ponérselo con más calma, quitárselo un poco, volverlo a intentar…

*Incluirlo en la rutina de jugar. Para los niños todo es un juego y el hecho de repetir una conducta la convierte en predecible y saben lo que les puede pasar. Si jugamos todos los días a ponerles el termómetro a las muñecas el niño irá interiorizando la secuencia, lo que pasa primero y lo que pasa después, que no duele etc. Y lo podemos usar también de recordatorio cuando tengamos que afrontar la situación real, o sea, cuando nuestro peque esté malito.

*Ante todo paciencia. Comprender que es una situación en la que les bloqueamos y que no es cómoda para ellos es básico para no perder la tranquilidad y les podamos hablar siempre con voz suave.

Y por si nada de esto os funciona dicen que venden unos termómetros que se ponen en la frente en vez de la axila y en teoría son bastante rápidos. No puedo opinar porque nunca probé ninguno pero que sepáis que la opción está ahí.

Por desgracia, ponerles el termómetro es algo que hay que hacer y lo mejor es que aprendan cuanto antes que no pasa nada y que se relajen cuando toque hacerlo. De pequeña llego un punto en que yo creía que el termómetro curaba y en cuanto me sentía un poco mal pedía que me lo pusiesen para ponerme buena jeje.

Espero que os haya servido y contadme si ponéis en práctica algo de lo que os he contado. ¿Qué tal llevan vuestros peques que les pongáis el termómetro?

COMENZANDO LA MATRONATACIÓN

Para este curso, que Pichí cumple dos añitos ya en noviembre, hemos decidido apuntarla a matronatación. En esta casa nos parece importante que los peques sepan nadar (o flotar) lo antes posible para tratar de evitar cualquier susto relacionado con el agua. Además,  nos apetecía que Alma de Papi y Pichí compartiesen un momento juntitos a la semana y así además hacemos algo de deporte de refilón, que no nos viene mal.

En la piscina a la que vamos nos comentaron que lo mejor es empezar entre los 6 meses y el año del bebé aunque a mí, personalmente, me parece muy pronto. A Pichí nunca le ha dado miedo el agua y disfruta mucho y pensamos que ahora, al ser más mayor estará más capacitada para aprender más cosas ya que controla mejor su cuerpo y entiende mejor las órdenes. Los monitores los prefieren más peques porque según sus palabras “se les maneja mejor”. Claro, un niño de menos de un año te va a poner menos resistencia que uno de dos pero en mi opinión, como he dicho, tienen más capacidad de aprender a nadar cuanto mayores son (si a alguien la experiencia le ha demostrado lo contrario que me lo comente que yo hablo desde mi intuición).

El caso es que hemos ido dos días. El primero lo pasamos bastante mal. Como ya os conté al monitor le poseyó un mandril  (gracias por el término tan descriptivo, Mama Pianista jeje) que, al oír a Pichí llorar como yo nunca la había visto, trató de aleccionarnos de lo consentida que estaba, de cómo nos manipulaba y de las horas que se iba a pasar llorando. Totalmente fuera de lugar. No sacó ningún juguete ni intentó entretener a Pichí de ninguna manera se limitó a decirle que si lloraba tragaría agua y a decirle a Alma de Papi que la mantuviese alejada de su cuerpo. Yo salí llorando. Para ningún padre resulta agradable oír llorar a su hija durante media hora, sentir que le están faltando el respeto a la niña y encima tener que aguantar críticas a tu manera de criar.

Por suerte o por desgracia, yo soy de dar siempre segundas oportunidades. Sé que la piscina es un medio en el que los niños no suelen sentirse seguros, que encima tu padre te pone boaarriba y tú no quieres… con lo cual, lo normal es que los nenes lloren. Pero también sé que es cuestión de tiempo así que cargados de juguetes, de canciones y de sonrisas allá fuimos el sábado pasado. Y fue otro cantar. Para empezar el monitor/mandril esta vez fue poseído por Carlos González. Nos recibió con una sonrisa y mientras nos cambiábamos me hablaba de que a los niños se les obliga a hacerse independientes muy pronto, que hay que ser muy paciente… ¡yo flipé! Pichí lloró pero con muchíiiisima menos intensidad y durante muchiiiiisimo menos rato (sólo la mitad de la clase) así que salí llorando pero esta vez de emoción, de verla participar contenta y reírse mientras la salpicaban.

De momento lo que vemos que el profe está haciendo es familiarizándolos con el agua. Que lo asocien con algo divertido (menos cuando lloran claro, que entonces le sale la vena mandril) haciéndoles túneles con las colchonetas, por ejemplo. Que se familiaricen con el medio, salpicándolos un montón o subiéndoles en colchonetas para que vean lo inestable que es. Y, por último, practicamos mucho la postura boca arriba ya que en la postura estilo braza en la que nadamos es más fácil ahogarse ya que las vías respiratorias tocan el agua al hundir la cabeza. Por supuesto no es la más cómoda para ellos pero es todo cuestión de acostumbrarse.

Y hasta aquí nuestra experiencia con la matronatación, ya os contaré cómo acabamos el curso y si vemos avances en Pichí. Y vosotros, ¿habéis ido a natación con vuestros peques? ¿Qué tal se os ha dado? ¡¡Contadme, contadme!!

MITOS DE LAS SILLAS A CONTRAMARCHA

Hace ya más de un año que os contaba nuestra odisea buscando una sillita acm en las grandes superficies y cómo encontramos al final el sitio donde nos asesoraron fenomenal y nos decidimos por nuestra silla a contramarcha actual.

Cuando nos planteamos comprar la silla acm, pese a que nosotros lo teníamos claro, la gente de nuestro alrededor que no conocía esta posibilidad más allá de la Maxi Cosi empezó a hacernos preguntas basadas en mitos que no sabíamos responder por aquel entonces. Ahora, más de un año después con una niña de casi 2 años y que mide 92 cm podemos echar por tierra los mitos que sobrevuelan a las sillas acm. Allá vamos.

*¿SE MAREARÁ AL IR EN SENTIDO CONTRARIO A LA MARCHA?

Desde que nacen los niños van en sentido contrario a la marcha, así que, normalmente, el niño que se marea en el coche es por el coche no por ir mirando hacia un lado o a otro. Por suerte, nosotros no hemos tenido que lidiar con esa duda porque Pichí nunca se ha mareado.

*¿LLEVARÁ LOS PIES MUY ENCOGIDOS AL IR SENTADA CONTRA EL ASIENTO E IRÁ INCÓMODA?

Como os decía con casi dos años Pichí mide ya 92 cm. Para los que no estéis puestos en esto de bebés y sus medidas os digo que es muy alta. Y va fenomenal. Ahí va la foto de prueba. Los niños que van en sillitas a favor de la marcha tienden también a encoger los pies para ir apoyados en algún sitio y no con las piernitas colgando. La verdad que hemos hecho viajes largos y no se ha quejado nada así que damos el mito por desterrado.

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Pies de Pichí en silla acm

*¿SE ABURRIRÁ AL NO PODER MIRAR POR LA VENTANILLA?

Emmm… ¿qué ve exactamente un niño que va sentado a favor de la marcha? La parte de atrás del asiento del copiloto y algo de ventana. Pues acm ve su propio asiento donde le tenemos un protector de Frozen muy salado que algo la entretiene, un trozo de ventana y el cristal trasero por donde ella ve venir a los coches y a los autobuses. Así que si se aburren es por otra cosa, ya os lo digo yo.

*¿QUEDA SUFICIENTE ESPACIO EN EL ASIENTO DEL COPILOTO?

Esto sí que lo hemos notado, la verdad sea dicha. Nuestro coche es familiar así que se supone que es más espacioso que otros. Yo mido 1,78 así que pequeñita no soy. No toco con las rodillas en el salpicadero y no voy incómoda pero sí que es cierto que antes de poner la silla tenía más espacio. En coches más pequeños no sé si quedará inutilizado el asiento del copiloto, la verdad. Ésta es quizá la gran pega.

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Piernas de Alma de Mami en asiento copiloto con silla acm

*¿CÓMO LA VEO SI ME DA LA ESPALDA?

Pues mira, como yo no conduzco nosotros nos hemos apañado mudándome al asiento de atrás para tener a Pichí más a mano e ir entreteniéndola o dándole agua, galletas, juguetes etc etc. También tenemos un espejo en el respaldo para que el papá la pueda ver si van solos en coche mientras conduce. El acceso, si vas delante, desde luego que es más sencillo si van a favor de la marcha pero se entiende que el conductor tampoco tendría que hacer nada más que conducir o hacer alguna cucamona que desde el espejo lo puede hacer y el copiloto siempre se puede mudar atrás.

*¿ES MUCHO MÁS CARA QUE UNA SILLA A FAVOR DE LA MARCHA?

Pues, como todo, es relativo. Yo pensé que nos iba a costar más cara, la verdad. Pero claro, es que sillas a favor de la marcha las tienes por 100 euros. Pufff, nosotros, en general, medimos bastante nuestros gastos pero en la seguridad en el coche sabíamos que no nos la íbamos a jugar. Cada año mueren miles de personas en accidentes de tráfico y es un medio de transporte que usamos cada día. Sinceramente, prefiero pagar 400 euros e ir tranquila porque sé que mi hija va protegida en su asiento a gastarme menos y tener esa sombra planeando sobre mi conciencia.

¿Cómo viajan vuestros hijos en el coche? ¿Se os ocurre algún mito más?