SÍNTOMAS DE EMBARAZO ANTES DE LA FALTA

¡Lo que da de sí el tema del embarazo, madre mía! Cuando nos pusimos a buscar a la vuelta de verano el embarazo busqué y busqué entradas acerca de este tema. Son momentos en los que estás a pocos días de que venga la regla o de que tu vida cambie para siempre y se viven un poco pendientes de si hay algún cambio en nuestro cuerpo que podamos achacar a un embarazo.

Pues bien, en mi caso, con tres embarazos a mis espaldas (el de Pichí, el aborto bioquímico y éste en el que vamos ya por la semana 16) puedo decir que lo mejor es tener un poquitín de paciencia y esperar al retraso de la regla que eso sí o sí indica que está pasando algo.

Y es que, esos 15 días desde que se produce la ovulación hasta que no viene la regla en mis tres embarazos han resultado suuuper distintos. Y eso que yo ponía la mano en el fuego porque sabría si estaba embarazada antes de la falta (ja-ja). Cuando me quedé embarazada de Pichí, una semana antes de que me viniese la regla tuve un descontrol emocional que nunca me había pasado, le monté un pollo a Alma de Papi por un hecho algo grave pero según yo lloraba y le echaba la bronca sentía, yo misma, que estaba siendo super exagerada. Ahora sé que esa sensación de que tu cuerpo va por libre y tus emociones también se produce cuando las hormonas campan a sus anchas por el torrente sanguíneo, ¿os pasa a alguna más? En ese momento no lo supe ver, aunque tampoco supe ver el sangrado de implantación. Vamos, verlo sí lo vi, 6 días o así antes de que tuviese que tener la regla y pensé “ah, mira, genial, se me ha adelantado a ver si así no me toca para la boda,( ¿recordáis?) Luego cuando vi que había dejado de manchar esa misma tarde pues sí, mi cabeza pensó en el sangrado de implantación pero no sé, no le di más importancia, no lo puedo explicar mejor.

El caso es que, buscando ya el segundo embarazo, yo recordaba el dolor de pecho tremendo que tuve al principio pero no recordaba si había empezado antes o después de la falta. El caso es que en mi segundo embarazo no lo sentí ni tuve sangrado de implantación. Lo que sí tuve fue un sueño descomunal. Yo no soy de echarme siestas y cuando a una semana o así de que me tuviese que venir la regla me quede fritísima en el sofá de mi suegra me lo olí. La pena es que no acabó bien.

Y el colmo ya fue, con el tercero, este que estoy viviendo ahora que, como os dije, yo estaba suuuper convencida de que no estaba embarazada. Y es que no tuve ningún síntoma. Ni descontroles emocionales, ni sangrado de implantación ni dolor de pecho….HASTAAAA el mismo día que me tenía que venir la regla, que el dolor de pecho llegó… para quedarse… y llevamos casi 4 meses.

Así que podéis buscar listas y listas de posibles síntomas pero pufff, yo preferiría tratar de pasar esas semanas lo más entretenida posible y esperar con toda la paciencia que se pueda al retraso de la regla. Esa es la única señal objetiva de que algo está cambiando.

¿Tuvisteis síntomas antes de la falta? ¿Vuestro instinto os decía que estábais embarazada?

FORAMEN OVAL CERRADO: ALTA EN CARDIOPEDIATRÍA

¡Por fin! Después de la aventura que ha supuesto para nosotros durante casi 3 años ya (desde la ecografía de la semana 12 donde le vieron el ARSA a Pichí) hemos conseguido dar carpetazo a las revisiones anuales del cardiopediatra.

Y es que, como os conté, el año pasado, cuando Pichí tenía 13 meses fuimos a la revisión del ARSA, comentamos que no nos estaba dando ningún problema ni de fatigas o atragantamientos al comer pero en el ecocardiograma ellos observaron que había una ligera apertura entre ventrículos, o sea, que el foramen oval estaba algo abierto cosa que es normal en los nenes hasta los dos años.

Con la recomendación de que la niña no hiciese buceo en apnea y bastante tranquilos nos fuimos a casa a esperar otros 13 meses para la siguiente cita y ver, por curiosidad si el foramen se había cerrado o no. ¡Y efectivamente!

La verdad que la edad de los niños se va notando mucho en estas cosas ya que, a los 13 meses fue imposible razonar con ella que no la iban a hacer daño y que tenía que estar tranquila. Nos fue imposible distraerla con nada. Este año, pese al miedo que Pichí sigue mostrando en cuanto la sientan en la camilla conseguimos que se distrajera al decirle que su corazón iba a salir por la tele. Se enrabietó algo pero luego conseguimos que se distrajese viendo los vídeos de la cabalgata de Reyes en el móvil y contándole cosas a la médico. Además, como os aconsejé con el miedo al termómetro de los niños, también ensayamos la situación en casa, hablamos de que la médico le tocaría el pecho y jugamos con el kit de médicos que pedimos para Reyes simulando la situación para que Pichí se familiarizase con ella. Todo eso y luego un premio sorpresa que fueron unas pegatinas y otro no sorpresa que fueron unas patatas fritas hicieron que estuviese bastante tranquila mientras le hacían el ecocardiograma ¡bien por mi niña!

Una vez que acabamos la doctora nos dijo que estaba fenomenal, que tenía un corazón normal con ARSA, vida normal y alta ¡olé! Así que todos contentos a celebrarlo con unas patatillas fritas.

¡Ah! “El nuevo” (como cariñosamente llamamos al bichillo de 15 semanillas que llevo en la barriga) no tiene ARSA porque no es hereditario así que, de momento un problema menos.

¿Qué tal vuestros peques en el médico? ¿Notáis que con la edad lo llevan mejor?

LA REVISIÓN DEL ARSA A LOS 13 MESES

Como ya os conté en una de las primeras entradas del blog, Pichí tiene ARSA. Es una variante de la normalidad en la que la arteria subclavia derecha del corazón en vez de salir de una ramificación, sale por libre y tiene que dar un poco más de vuelta, pero que, cuando estás embarazada de 12 semanas (como en mi caso) o de 20 o 25, te cae como un jarro de agua fría y más cuando seguidamente mencionan de pasada “Síndrome de Down”.

Cuando estando embarazada me metí en internet a mirar la correlación entre una y otra encontré un par de artículos (uno en español y otro en inglés) pero no fue suficiente para tranquilizarme. Ahora, casi dos años después veo que EL ARSA DE MI NIÑA es la entrada más vista y más comentada de toooodo mi blog y eso me hace sacar pecho cual pavo real. Poquito a poco han ido dejando comentarios mamis como Laura, Marta, Sara, Alma, Ana, María… compartiendo sus historias, sus miedos y contándonos, al final, lo sanotes que han nacido sus niños. Reconozco que es una entrada que hace que se me ilumine la mirada cuando veo comentarios en los que una embarazada nos da las gracias por tranquilizarla. Es una pasada.

Así que hay que seguir actualizando la información porque después del diagnóstico y de visitar a la cardiopediatra cuando Pichí tenía casi 3 meses, ahora en diciembre, con 13 meses hemos vuelto para la revisión de seguimiento y ver si tenía cerrado el foramen (un agujerito entre ventrículos que cuando están en la barriga es necesario que lo tengan abierto pero que una vez fuera lo suyo es que se cierre antes de los dos años para que no pueda pasar aire de uno a otro).

Primero nos hizo unas preguntas de rigor como si notábamos que la niña se fatigase o si se atragantaba mucho con los sólidos en las comidas. Esto no es muy frecuente que pase pero puede ser que la arteria presione con la tráquea (creo que es) y haya más atragantamientos. En nuestro caso nada de nada.

Luego le hizo una ecografía laaaarga. Esta vez no le hizo electrocardiograma (en la otra revisión sí). Y menos mal porque Pichí ya le tiene tirria a los médicos y estuvo llorando durante gran parte de la exploración. De hecho en el informe pone que hay cosas que no se pudieron observar “debido al llanto incontrolable”. Menos mal que lo importante que tenía que ver sí lo vio.

Nos comentó que tenía una apertura en el foramen de menos de 1 mm y que nos citaríamos en un año para ver si se cerraba. No tiene ninguna importancia nada más que si no se cierra la niña no podría dedicarse a ser buceadora de altas profundidades profesional por el tema de las presiones (habrá que hacer a la niña de secano jajaja). En caso de que sí quisiese serlo se podría operar con un cateterismo. Ningún problema con nada más, ni bucear normal, ni montar en avión ni nada. Y nos citan para ver si se le cierra por curiosidad, porque luego según van creciendo es más difícil ver si se ha cerrado o no. Así que el alta no nos la dieron pero bueno, salimos muy tranquilos. Ahora solo toca rezar porque a la niña no le dé por el buceo jejeje.

¿Alguien conoce más casos de ARSA?

EL EMBARAZO

Después de conocer a Alma de Papi y decidirnos a tener un bebé, llegaron los nueve mesecitos de embarazo. Después de leeros a muchas, la verdad es que mi embarazo fue fenomenal jeje.
Al principio tuve bastantes ascos (que además yo le cojo tirria a la comida muy fácilmente sin estar preñi jeje). Hubo un par de semanas que no podía beber ni agua. El McDonalds lo veté. Y siempre odiaré los macarrons (los pastelitos esos de colores típicos franceses). También tuve unos buenos calambres en las piernas que me hacían despertarme doblada de dolor.

Yo tenía claro que hasta la semana 12 no lo íbamos a anunciar a bombo y platillo ni mucho menos. En la semana 10 se lo dijimos a los futuros abuelos y en la 13 después de la ecografía al resto de la familia. Soy muy consciente de todo lo que puede salir mal y no quería pasar por el trago de anunciar algo y luego ver la cara de lástima de gente que no tiene por qué enterarse de mis tristezas. Así que con bautizo de un primo de por medio y todo, ahí estuve seleccionando lo que podía comer y lo que no muy discretamente.

En la ecografía de la semana 12 nos dieron el susto del ARSA. Fue un momento super angustioso en el que era imposible para de llorar. Pero, por suerte, al hablarlo con la gente de mi alrededor y luego con la ginecóloga, me tranquilicé muchísimo. Decidí apartarlo de mi mente y disfrutar.

La prueba de azúcar me dio fenomenal, tenía una barrigota monísima, engordé sólo 8 ó 9 kilos, podía dormir bastante bien… vamos, de las embarazadas que dan asco jeje.

Hasta que en la semana 37 o así llegó… mi amiga la CIÁTICA! Sí, señores. Con el barrigón y una muleta porque si andaba, bien, pero en el momento en el que paraba y tenía que retomar la marcha ahí me pegaba un tirón que me daba miedo que me fallase la pierna… y las señoras me miraban con una cara de pena…

Al final recuerdo decirle a Alma de Papi: tengo ganas de que mi cuerpo vuelva a ser sólo mío. Porque esa sensación de que cada día te pasa algo nuevo y que no lo puedes controlar es un poquito estresante.

Todo iba fenomenal. Tan fenomenal que llegué a la semana 41 tranquilamente y ahí no había señal de que la niña quisiese abandonar el útero de su santa madre. Así que el médico nos dijo que sólo dejaban 41+3 y que si no me ponía yo sola de parto, el domingo, a las 9:30 de la mañana tendría que ingresar por urgencias para realizar una inducción.

¿Tuvisteis muchos síntomas típicos de embarazo? ¿Fueron embarazos llevaderos o de los de reposo absoluto?

EL ARSA DE MI NIÑA

ARteria Subclavia Aberrante.

Nuestra cara cuando lo oímos en la ecografía de la semana 12 fue un poema.

Recuerdo perfectamente que la señora ecógrafa terminó de hacérmela y le preguntamos que si estaba todo bien (porque miden y miden y dicen cosas y no sabes si es bueno o malo) y me dijo “vístete que con las bragas siempre se piensa mejor”. Olé. Por otro lado, fue un detalle porque no me imagino tratando de entender lo que nos contó ahí tiradilla en el potro de torturas y tal.

Nos contó que había una variación en la trayectoria de la arteria subclavia que sale desde el corazón y que las personas con Síndrome de Down tendían a tenerla. Nos quedamos blancos, claro. Se te pasan mil cosas por la cabeza… La mujer decía que bueno, que no tenía porqué significar nada, que el triple screening había dado bien… Yo pensaba amniocenteisis, test Harmony… Pasamos muy mal rato, la verdad.

Ese día tenía que volver al colegio donde trabajaba y me enteré de que la hija de una compañera tenía lo mismo y estaba perfectamente. Con el tiempo nos hemos ido enterando de más casos y todos fenomenal.

Cuando fui a la consulta de la ginecóloga unas semanas después, se lo dijimos y su respuesta fue: bueno, mujer, pero no sé por qué lloras. Es una variante de la normalidad, como el que es más alto o más bajo o yo que tengo el meñique más pequeño de lo normal. ¡¿Costaba mucho explicármelo así desde el principio?! ¡Por Dios, que era una mujer embarazada! Incluso me dijeron que ni amniocentesis ni nada, que era todo normal, que ni me lo plantease SÓLO por eso.

A partir de ahí decidí dejar de pensarlo. Y todo fue fenomenal. Fuimos a la cardiopediatra estando embarazada de 7 meses o así a que le hiciesen una ecografía intensiva del corazoncillo, luego con la nena ya nacida a los 2 meses y medio y en diciembre, cuando Pichí tenga 13 meses volveremos. Un amor de mujer la médico, por cierto.

Así que si a alguna le han nombrado el ARSA estando embarazada y todo lo demás está bien, que no se asuste. Tranquilizadoras palabras: VARIANTE DE LA NORMALIDAD.

¿Conocéis a alguien con diagnóstico de ARSA? ¿Algún susto más por ahí que luego queda en nada?