El otro día, El día que llegaste nos animó a escribir las 50 cositas del día a día que nos hacen felices y que nos sacan la sonrisa. Y es que, como dijo ella, la felicidad está en las pequeñas cosas, en esos momentos en los que no podemos evitar que se nos escape la sonrisa casi sin darnos cuenta. Gracias por este post tan positivo y por animarnos a hacer el nuestro, así que ¿qué mejor para empezar la semana que mis 50 razones para sonreír? Ahí van:
1. La risa a carcajadas de Pichí.
2. Los besos babosos en la nariz de Pichí.
3. El beso de Alma de Papi cuando llega de trabajar.
4. Remolonear los tres en la cama el fin de semana.
5. Hacernos fotos bonitas en familia.
6. Encontrar las cosquillas de un niño.
7. El olor a bizcocho recién hecho.
8. Tirarme en la cama después de un largo día.
9. Las croquetas.
10. El olor de la ropa limpia.
11. Cotillear por las ventanas para ver cómo son las casas por dentro.
12. Dormir de la mano de Alma de Papi.
13. Ver que me sobra espacio en los cajones del armario.
14. Tocar bien la canción al piano a la primera.
15. Mirar álbumes de fotos.
16. Un masaje en los tobillos de Alma de Papi.
17. Quedar con mis primas.
18. Taparme con la manta en el sofá.
19. Celebrar los Reyes con niños.
20. Las historias que cuenta mi abuela de cuando ella era pequeña.
21. Pensar que es jueves y darme cuenta de que ya es viernes.
22. Una ducha calentita cuando vengo helada de la calle.
23. Tener buenas amigas en el trabajo.
24. Un cafetito con hielo en verano.
25. Dormirme con la tele de fondo.
26. Estar en las localizaciones de series o películas.
27. Las comidas en “la casa de todos”.
28. Mi ratito en el ordenador mientras Alma de Papi y Pichí se echan la siesta juntos.
29. Ver llover desde casa y saber que no tengo que salir.
30. Cantar a voz en grito una canción potente.
31. Las luces de Navidad en el centro de nuestra ciudad.
32. Quitarme los zapatos al llegar a casa.
33. Que me digan que trabajo bien.
34. Un rinconcito bien decorado.
35. Que me llame por mi nombre gente que me acaba de conocer.
36. Las anécdotas de mi madrina sobre mi infancia.
37. Los días nublados de Asturias.
38. Sentir la alianza en el dedo.
39. La casa recién limpia.
40. Las llamadas por teléfono a Alma de Papi cuando está en el trabajo.
41. Beber un trago de agua fresquita cuando voy con mucha sed.
42. Quedarme embobada mirando el fuego de una chimenea.
43. Que sonrían al ver a mi niña.
44. Regalar algo que sé que le va a encantar al otro.
45. Ver a Pichí con otros niños.
46. Llegar por fin al destino tras un viaje de varias horas.
47. Las empanadillas de boniato de la abuela A.
48. Recibir un regalo de alguien que te conoce un montón.
49. Planear unas vacaciones.
50. Mirar al pasado y pensar que tengo todo y más de lo que siempre soñé.
¡¡Y parecían muchas 50!! Todavía podría poner más. ¿Alguien se anima?