SELLO DE CALIDAD CALENDUFLORBABY TOALLITAS Y CREMA DE PAÑAL

Gracias a Madresfera y a los laboratorios DHU hemos podido probar en el culete de Pichí tanto las toallitas de CalenduflorBaby como la cremita de pañal ambas dentro de la línea Mama Natura.

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Lo cierto es que no conocía estos laboratorios ni esta marca porque en casa en este tema somos un poco “sota, caballo y rey”, quiero decir, que Pichí, por suerte, no ha tenido muchas irritaciones y lo poquito que hemos probado nos ha ido bien. Aún así, me animé a participar en el sello de calidad por el interés que me suscita el tema de probar productos más naturales para nuestros hijos y más ahora que queda menos de un mes para que nazca “La Nueva”.

Tanto las toallitas como la crema para el pañal son productos aptos para el cuidado diario de la piel del bebé a base de extracto de caléndula, una flor que protege y regenera la piel de la manera más natural.

Desde Madresfera y Calenduflor nos han pedido que evaluemos del 1 al 5 en función de nuestra satisfacción  cuatro criterios:

*TEXTURA:5.  La textura de las toallitas es super suave cosa que el culete de nuestros niños obviamente siempre van a agradecer. Además van bastante húmedas, cosa que a mí, personalmente me gusta para usar las justas y necesarias y no perjudicar en exceso el medio ambiente. La textura de la crema para el pañal también me ha parecido perfecta (otro 5) es ligerita y no muy pastosa pero de las que da la sensación que hidrata bastante aunque esto, al final, es cuestión de gustos.

*OLOR: 5. Sin duda es lo que más me ha gustado. No soy de las mamás a las que les enloquece el típico olor a “Nenuco” sino que prefiero olores más sutiles y que a mí me parecen más amables y naturales. En este caso tanto la crema como especialmente las toallitas huelen a caléndula sin ser demasiado exagerado. Me ha encantado.

*CALIDAD: 5. En función de lo que hemos probado ambas cumplen su función a la perfección. Como he dicho las toallitas vienen bien húmedas cosa que para mí es una ventaja, porque con las de marca blanca estoy acostumbrada a tener que poner el envase bocaabajo para empapar las primeras. En este caso no hace falta y además el envase cierra bastante bien y no es rígido con lo que puede llevarse en el bolso. En cuanto a la cremita, igualmente le damos un 5 porque en estos días de calor hemos podido comprobar cómo a Pichí le ha aliviado un montón las irritaciones que le han salido por el roce del pañal. Con un par de aplicaciones su piel ha mejorado un montón y le han desaparecido los granitos que tenía.

*En COMPOSICIÓN a las toallitas les doy un 3. Partamos de que tengo muchísima menos idea de lo que me gustaría de estas cosas pero lo que menos me ha gustado de las toallitas y más me ha llamado la atención al ser una marca tan orientada a los bebés es que contienen Phenoxyethanol. Si se busca en internet (cosa a la que me animé al ver que llevan caléndula y quería ver qué más ingredientes naturales llevaban) se ve que es un componente que no deberían llevar las toallitas de los menores de 3 años. Al pasar tantos controles de calidad supongo que será en un porcentaje super pequeño pero desde aquí estaría bien sugerir a la marca que traten de eliminarlo de los componentes de las toallitas (desde toda mi humildad e ignorancia lo comento). He de aclarar que la crema para el pañal no lo lleva así que subiría la puntuación a 4. Y el punto positivo de las toallitas es que no llevan parabenos ni están blanqueadas con cloro así que, en ese sentido fenomenal.

¿Conocíais la marca Calenduflor? ¿Qué tal la experiencia?

MI PLAN DE POSTPARTO

Mucho se habla del plan de parto, de cómo nos gustaría que fuese todo a la hora de traer a nuestros hijos al mundo, pero, hace un tiempo, leí en el blog de una compañera la idea del plan de postparto… ¿cómo me imagino los primeros días en el hospital y en casa con “La Nueva”? ¿Cómo me gustaría que viviésemos esas primeras horas? Pues bien, aquí os dejo cómo sería mis postparto ideal ( a ver lo que se cumple al final jeje).

  • LAS PRIMERAS HORAS, TRANQUILITOS. Cuando di a luz a Pichí tuve suerte porque me dejaron en el paritorio 10 horas antes de subirme a planta y las visitas estaban prohibidas. La verdad, no me imagino apalancada en la cama con los efectos de la epidural, sudada y llena de sangre y meconio recibiendo visitas así que, para nosotros fue una ventaja. Las primeras horas con “La Nueva” me las imagino del mismo estilo (es más, a parte de a la gente muy muy cercana procuraremos no dar mucha información para no tener avalanchas indeseadas). No sé cómo gestionaremos el tema de Pichí porque estar más de 24 horas sin verla creo que se me hará difícil pero entiendo que las primeras horas le pertenecen a “La Nueva” y espero poder disfrutarlas a tope.
  • EL MOMENTO DE QUE PICHÍ Y LA NUEVA SE CONOZCAN. Ays, éste es un momento que he visualizado muchísimo, yo creo que incluso antes de estar embarazada, fijaos lo que os digo. Como Pichí se quedará con los abuelos tenemos que prepararles porque nuestra idea es que Alma de Papi vaya a por ella y entren ellos dos solitos en la habitación y darles un tiempo a las hermanas antes de que los abuelos me las empiecen a aturullar a las dos. Tengo muchas ganas de disfrutar de esa imagen, de ver cómo Pichí busca a La Nueva (que mi idea es que esté en la cunita) y se miren y se descubran y nosotros nos deshagamos de amor en ese momento. Sin duda para mí, éste es el punto más importante y ojalá podamos vivirlo así, con calma, con amor, y sin más gente a nuestro alrededor.
  • VISITAS EN EL HOSPITAL. Cuando nació Pichí, como ya os conté tuvimos ciertos problemillas con las visitas que, esta vez, me encantaría evitar. La idea es la misma, que sólo venga familia y algún amigo cercano que nos apetezca, el resto en casa, que una no está para fiestas. Me gustaría poder ser más asertiva y decir claramente cuándo pueden venir y cúando no porque a mí esas visitas a las 9 y media de la mañana me matan. Ni qué decir tiene que mientras estén allí me encantaría que ni cogiesen ni despierten a La Nueva (o que al menos pregunten si pueden hacerlo). Otro de mis deseos es no tener que sacarme la teta delante de cierta gente que no tiene por qué verme (ya sabéis lo vergonzosilla que soy). Veremos cómo nos organizamos pero creo que aleccionaré a Alma de Papi (que es menos asertivo que yo, si cabe) para que les eche sutilmente cuando me toque sacarme la teta.
  • YA EN CASA. En casa me encantaría poder disfrutar de la adaptación con tranquilidad, dedicándole el tiempo necesario a la lactancia y a la vez estando pendiente de las necesidades de Pichí. Para ello, nos encantaría que se nos echase una mano con la organización de la casa, con las comidas etc. Cuando vengan las visitas nos encantará que sean relativamente cortas, por supuesto avisando con antelación, que mimen a Pichí y, seguramente, aprovecharemos para salir a la calle y que no pisen casa para no tener que estar pendiente de tenerla impoluta.

Bien, pues este es mi postparto soñado, ¿cómo os gustaría que fuese el vuestro? ¿Discrepó mucho vuestro postparto imaginado con el real? ¿Creéis que exijo mucho?

VISITA A URGENCIAS SEMANA 32: CONTRACCIONES POR INFECCIÓN DE ORINA

Nos quedamos en que me dieron el alta en el hospital tras la amenaza de parto prematuro un domingo. Al martes siguiente (9 días después, en la semana 32+5) tenía cita con el ginecólogo en alto riesgo para que me mirase el cuello del útero de nuevo.

Allá que nos fuimos Pichí, Alma de Suegri y yo en el autobús hacia el hospital. Me miraron, vieron que no se había vuelto a acortar,  que “La nueva” seguía en podálica y que ya pesaba alrededor de 2,100 kg. Volvimos a casa, estuve un rato vigilando a Pichí en el parque sentada en un banco todo lo que pude y llegó la hora de la siesta y ¡tacháaaan! Contracciones. Me dijeron que si me volvía a pasar me fijase en cuanto tiempo pasaba entre una y otra y me asusté mogollón cuando vi que eran cada 3 minutos clavados. Me tumbé en el sofá durante casi una hora pero no remitían nada así que opté por ir a darme una ducha. Ahí perdí la cuenta porque al estar de pie me resultaba más difícil distinguirlas. Estuve como 10 minutos dándome agua templada en la barriguilla y en la zona de los riñones y cuando salí volví a tumbarme en el sofá. Serían como las 17:20 o así y poco a poco noté cómo iban disminuyendo hasta que media hora después ya no tenía. ¡Hurra!

Peeeero como una horita después… ¡volvieron! Otra vez regulares cada 3 minutos y yo visualizando cómo se acortaba el cuello del útero y me entraban los 7 males. Así que cuando llegó Alma de Papi oootra vez nos fuimos a urgencias ya pensando en el ingreso, el atosiban puesto por la via durante tres días, mandar a Pichí con los abuelos… vamos, tanto fue así que hasta pillé a Alma de Papi organizando deprisa y corriendo su neceser y preparando su pijama. Ahí le solté unos improperios y me eché a llorar, todo a la vez.

En urgencias tardaron en atendernos y cuando entré me dijeron que hiciese pis en un bote y me midieron el cuello del útero. Cuando me dijeron que no había disminuido respiré como nunca. Me mandaron a monitores y luego me comentaron que parecía que tenía una infección de orina asintomática (porque yo, la verdad no he notado nada de nada ni picor, ni dolor, ni más frecuencia de ir al baño, nada) que podía dar contracciones. Me recetaron un antibiótico general (quiero decir que de los que actúa para varios “bichos” a la vez porque no sabían cuál tenía en concreto) para tomar en dos días y en 10 días tendría el resulta de un cultivo para ver qué bicho tenía exactamente y si el antibiótico era capaz de actuar sobre él. Cachondos. ¿No sería mejor hacerte el cultivo luego para ver si tu cuerpo lo ha eliminado? En fin…

El caso es que este sábado, sin hacer grandes esfuerzos volví a tener contracciones cada 3 ó 4 minutos sin haber hecho nada en especial. Me di una ducha y se me pasaron bastante rápido pero ya dudo de todo. Se supone que la infección ya no debería tenerla así que lo achaco a algún esfuerzo de más como andar, limpiar la casa o cosas así.

Pufff, y aquí seguimos, contando los días. Hoy cumplimos las 34 semanas, parece que ya apareció el síndrome del nido pero me frustro porque al centro comercial sólo puedo ir a ratitos (por no hablar de tirarme al suelo a organizar cajas, poner lavadores etc). Y además tengo sentimientos encontrados porque me da la sensación de que si lo tengo todo preparado le estoy dando permiso a “La Nueva” para nacer ya y todavía tiene que aguantar 3 semanas más. ¡Menuda recta final!

¿Qué tal fue vuestro tercer trimestre de embarazo? ¿Os preocupasteis por las contracciones?