Desde que empecé a trabajar es la madre de Alma de Papi la que cuida de Pichí las dos horas y media que paso fuera de casa. Mientras yo corro cual pollo descabezado por la casa ultimando los detalles para mi partida (un drama, lo sé) ella entretiene a la niña y ya al final me siento a darle el pecho y procedo a irme. Total, que me lío, el otro día, entre un ir y venir de dejar cosas preparadas oí a Alma de Suegri contarle un cuento de tela con dibujitos de la granja tal que así: y la vaca………y el cerdo……oy, qué cochino el cerdo…… y el caballo……. (nótese el tono monótono mientras ella pasaba páginas con la niña revolviéndose un poquillo en el sofá).
Y claro, es que yo, por mi trabajo, tengo que saber contar un cuento con la suficiente gracia para que a un niño con autismo le apetezca hacerme caso. Y eso implica desplegar toooodas tus dotes de actriz y olvidarte de las vergüenzas exprimiendo cada página de las cinco de un libro de tela. Yo pensaba que todo el mundo lo sabía, pero vi que no, así que decidí compartir con vosotras cómo le cuento yo los cuentos a Pichí para llamar su atención.
– El cuento no es una obligación. Si le apetece lo contamos, si no no. Por supuesto, la duración es bastante cortita. No sé si llegará al minuto. Eso sí, es variable, porque a veces le apetece repetir páginas o le interesa mucho tal animal y a lo mejor lo alargamos un poquito.
– Dejarles que participen. Pîchí toca los pelos de la oveja, el charco del cerdo… y también pasa las páginas. A veces de dos en dos y otras veces muy cuidadosa de una en una. Obviamente hay que darles un cuento que no vayan a romper porque si estamos preocupados por eso, al final la actividad no se disfruta.
-Lo suyo es que sea un tema del que se pueda sacar chicha. Por ejemplo los animalitos, los medios de transporte, cosas de la vida diaria. Así además les vamos familiarizando con lo que les rodea en la vida cotidiana y a nosotros nos da más juego para llamar su atención.
-Hacer toooodos los ruidos y onomatopeyas aplicables a tooodos los dibujitos de la página. Se puede ir señalando con el dedo el animal que vamos a imitar, nombrarlo y entonces ya desplegar todos nuestros ruidos y caras posibles.
– Estructurar la narración del cuento con frases cortas y repetitivas. La historia en sí para un niño menor de un año no es lo importante. Con frases sencillas, el niño puede llegar hasta a anticipar cuándo haremos un ruidito si todas las páginas las contamos con la misma estructura: “Y fue a despertar al caballo: ¡caballooooo! Y dijo el caballo: Iiiiiiiii pffffff (sonidito del animal jaja).
– Poner caras, poner voces… contar el cuento como nos gustaría a nosotros si fuésemos niños y disfrutar como ellos cuando lo contamos.

¿Cuándo empezasteis a contarles cuentos a vuestros hijos? ¿Cómo lo hacéis vosotr@s?
Totalmente de acuerdo contigo. No podías haberlo explicado mejor. 😉
Yo de lo que me he dado cuenta muchas veces cuando vienen chicas de Prácticas a mi clase, es que cuentan el cuento sin mostrárselo a los niños, es decir, se lo leen mirándolo ellas. Yo me sorprendí bastante la primera vez que lo vi porque pensaba que todo el mundo sabía que los niños tienen que ver las imágenes y participar en el cuento, pero no, más de una y de dos hizo lo mismo. Es más complicado cuando El Niño tiene 2 años y el cuento algo de texto, leerlo al revés pero son los niños los que lo tienen que ver no la persona que lo cuenta.
Besitos!!!
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Pues si, el niño tiene que participar en el cuento, está claro y obviamente verlo jaja se ve que no es tan obvio jeje Claro, yo con Pichí me pongo a su lado, leerselo a diez o quince niños es más complicado, por eso de que lo vean todos y leerlo al revés pero bueno, tampoco el texto es mucho!! Muy buen apunte!! Un besote!!
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Ese libro también lo tuvo mi pichón sobre los seis meses (fue un regalo de navidad). Se lo contábamos como tu dices ;). Además siempre lo llevábamos enganchado a la barra del cochecito por lo que, cuando paseábamos, le gustaba ir tocándolo y haciendo ruiditos.
Desde luego que hay que «ponerle pasión» a eso de contar cuentos. Así muestran mucho interés en lo que les cuentas y llega un momento en el que son ellos mismos los que cogen los libros y te piden que se los leas.
Mi pichón ya es bastante autónomo y le gusta escoger el cuento que le apetece. Lo abre, toca, pasa las páginas, imita sonidos/da voces-grititos… Si le preguntas por los colores ya los va señalando.
En casa disfrutamos mucho-muchísimo con los libros. Esperamos que el niño «lo mame» y también sea un gran aficionado a la lectura.
Un abrazo!
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Claro!! A mi me encanta leer y Alma de Papi sólo se lee las instrucciones de sus cachivaches jeje así que espero que la nena saque mi aficción a la lectura :S. A mí el cuento me lo dejo mi prima y la verdad que da mucho juego para nenes bien pequeñitos y más mayorcitos como tu pichón! Un besote!!
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Yo intento casi todos los días leerle un cuento a mi peque pero él no quiere así que nada le acabo enseñando las fotos y poco más. Espero que poco a poco vaya cambiando y sino tampoco pasa nada!
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Haces bien!! Hay que intentarlo y no dejar de intentarlo pero tampoco convertirlo en una tortura porque entonces si que no conseguiremos lo que queremos!! Si quiere ver las fotos en tres segundos pues bueno, eso que se lleva!! Sigue animandole!! Un besote!!
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Nosotros también tenemos ese librito, era de Sebas y ahora de Ori…a los bebes les encanta, los colores, las texturas, siempre lo disfrutan, además como es de tela cuando ya no quieren que les lea Ori se dedica a chuparlo 😉
La lectura es una de mis actividades favoritas, espero que poco a poco mis hijos también le cojan el gusto así que los cuentos son de mis regalos favoritos para ellos 🙂
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La verdad que el cuento es muy versátil desde edades muy pequeñitas hasta más mayores, así que la verdad que un 10. A mí los cuentos me rechiflan un montón también espero que a Pichí le guste tanto la lectura como a mí y no salga al padre en ese aspecto jeje Seguro que ofreciéndoselo y poniéndonos con ellos conseguimos que les enganche!Gracias por comentar!! Un besote!!
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Jajaja es lo que tiene trabajar con niños que aprendes a la fuerza, yo fui niñera dos años y anda que no aprendí. Siempre leo cuentos, bueno ya sabes, a Emmanuele le apasiona y Enzo de momento no caso, pero se parte con los ruidos.. Un beso!
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No hay niño que se resista a un buen teatrillo de un adulto jaja Seguro que a Enzo le acaba gustando tambien!! Un besote!
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Muy bien explicado! Nosotros leemos mucho también, bueno, «leemos»…lo que nos deja Pequeño G, que se dedica a pasar páginas y autoleerselos él, también nos coge el dedo y nos señala los vehículos o los animales para que hagamos su ruidito…jaja
Un besito!!
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Por algun lado hay que empezar!! No van a empezar leyendose novelas jaja La verdad que al principio que fijen la atención medio minuto en el cuento es un super logro…pero bueno poquito a poco y a seguir disfrutando con un libro entre las manos!! Besote!!
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Me encanta leer/contar cuentos!!! Con los sobrinos a veces lo hacemos con cuentos-cuentos y otras veces los representamos con marionetas (los que ellos nos van pidiendo) y luego van participando y pidiendo ser los personajes. Pero claro, son más mayorcitos.
Un abrazo 🙂
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Pues ve preparandote para rebajar el nivel y empezar a hacer ruiditos y cantar canciones que en menos que canta un gallo te toca entretener a tu bebe!! Un besote!
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¡¡Madre mía, que ganas de que llegue la peque y ponerme a monear por la casa!!! ^_^
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Nosotras somos de las tuyas: hacemos voces, ponemos caras, imitamos sonidos… todo lo que se nos ocurre 😀
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Ahí imaginación al poder y a disfrutar que los niños lo agradecen un monton!! Todo sea por fomentar l lectura desde bien canijitos!! Un besote!
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Nosotros hacíamos algo parecido. Sobre todo el Papi, que se metía de lleno en su papel de animales y lo vivía jajaja. Así fue como el Nano empezó a reconocer los animales por los sonidos que emiten. También le dejábamos interactuar, aunque estaba más empecinado en destrozar las páginas del libro, jeje
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Muy buen post, y comparto tu forma de leer los cuentos. Nosotros también les dejamos interactuar, y los alargamos tanto como ellos quieren, sacamos todo el jugo a sus páginas… Con el mayor de una forma, con el pequeño de otra. Besos
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Claro, hay que ajustarse a la edad de cada nene!! La verdad que lo de contar cuentos es un reto porque a cada edad hay que contarlos de una manera, aun asi lo de la lectura es que me encanta!! Un besote!!
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