
El otro día vi esta imagen y recordé los posts que he leído en contra de las salas de lactancia y los comentarios que he leído sobre la naturalidad dando el pecho y lo absurdo de taparse.
En ellos, lo que la gente comenta es que las salas de lactancia parece que buscan apartar a las madres con sus bebés a un sitio en el que no sean vistas porque lo de dar el pecho “queda feo”. O por si alguien se escandaliza. Y a continuación reivindican su derecho a dar el pecho donde les plazca y rechazan “la imposición de esconderse”. No hablo de ninguna entrada en concreto sino de alguna que debí leer hace tiempo, por eso lo que he expuesto es mi propio resumen.
A lo que voy. Yo soy vergonzosa. Y eso de dar el pecho en público (aunque es verdad que la vergüenza te acaba por desaparecer) a mí me ha costado. Ya no te cuento delante de gente conocida, de mis amigos, de mis compañeros de carrera :S… Al principio tengo que reconocer que rezaba porque la nena no protestase pidiendo teta estando con gente (y sin poder escaparme a ningún sitio) y la apuraba hasta el máximo entreteniéndola con lo que fuese, siendo consciente de que lo que tenía era hambre. Un grave error, ahora lo sé. Gracias a una amiga/compi del trabajo que tuvo un bebé un mes después que yo y que no es nada pudorosa, me sentía más acompañada cuando las dos nos poníamos a dar el pecho y así me fui animando. Y ahora ya, un añito después, soy toda una experta.
Aún así yo no soy como mi amiga/compi. Ella en verano se pone un vestido de tirantes y se baja el tirante y ale, al lío. Yo no me he puesto vestido de tirantes, directamente. Loo que he hecho ha sido mi propio apaño poniéndome dos camisetas de tirantes y levantándome una y bajándome la otra. Y sacando el pecho entre medias. Y tan contenta. Y no es ni mejor, ni peor. No me siento cómoda con todo el pecho al aire, porque no me gusta que la gente me mire, así que esa es la solución que yo he encontrado.
Y las salas de lactancia a mí me han ayudado mucho. Al principio porque ni loca me iba yo a sacar la teta en un centro comercial, con lo cual es un sitio tranquilo y bastante privado donde apañarte ajena de miradas indiscretas. Y ahora, aunque recurro menos, también me viene bien cuando veo que Pichí no se concentra en el pecho porque se distrae viendo pasar a la gente. Vamos, que si le diese biberón también iría a la sala de lactancia y ahí si que no hay teta que esconder.
Y no lo interpreto como una sala para apartarnos sino como un servicio para mamás de hoy en día, como un “darse cuenta” de que las familias son clientes suyos y una manera de facilitarnos la vida a las que necesitamos un sitio tranquilo para dar el pecho a nuestros bebés.
Así que sí, señores, yo me tapo para dar el pecho y he usado bastante las salas de lactancia y vosotras, ¿sois de las vergonzosas o de las “desvergonzadas”?(sinónimo de que no les da vergüenza, que nadie se me ofenda, ¿eh?) ¿Qué opinión tenéis de las salas de lactancia?