Estuvimos hace un mes con unos amigos sin hijos (de esos de los que ya he hablado) y vinieron unos amigos suyos que tienen un bebé que tenía casi tres meses.
Cuando llegó la hora de comer, como hacía bastante calor en la terraza de la casa que era donde los mayores íbamos a comer, yo procedí a dejar el cochecito de Pichí junto a la puerta corredera para verla desde la mesa (se había quedado dormida milagrosamente tres minutos antes de sentarnos a comer). Le dije que podía poner el carrito al lado del mío y así les veíamos y me dijo “no hace falta, le dejo ahí (entiéndase por “ahí” una zona en la que no se veía al niño si no pasabas expresamente a la casa) y así no molesta por si queremos pasar. Además yo le dejo en el cuco y se duerme solo o mira al techo, pero no protesta”. Con la boca pequeña y una sonrisa dije “qué suerte, que se entretiene solito”.
También hablamos de la hora del sueño y me contó que el nene ya dormía en su habitación. Yo le dije que ese momento de cambiarla a su cuarto lo veía aún un poco lejos y eso que duerme fenomenal. Y ella me dijo: “ya, bueno, yo es que trabajo en un hospital en neonatos y por mi experiencia, es lo mejor”.
Y el tercer punto que me llamó la atención de lo distintas que hacemos las cosas fue cuando el nene se puso a llorar por hambre y dijo “es que no quiero que se acostumbre a pedir cada hora y media, prefiero aguantarle un poco.” Y a continuación le dijo al bebé “ no, A, no se llora”.
No entro a juzgarla, obviamente, como no me gusta que me juzguen a mí. No pongo en duda que adore a su pequeño tanto como yo adoro a la mía. Simplemente pienso en las maneras tan distintas que hacemos las cosas las personas. A mí no me sale poner a la nena en un sitio desde el que no la vea, a mí no me sale dejarla mirando al tendido, (en lo de dejar que se duerma sola no es que no me salga es que es a ella a la que no le sale jeje), para pasarla a su habitación yo no me siento preparada y eso que dormimos todos prácticamente del tirón toda la noche y lo de “que se acostumbre a pedir teta cada hora y media” ahí sí que pienso que hay un error de base pero como no me pidió opinión yo tampoco se la di.
Y me pregunto si todo ello influye en cómo serán nuestros bebés de mayores. Si el suyo será más independiente o más inseguro o la mía más dependiente o más libre, si el suyo reprimirá sus emociones o la mía será una llamadora de atención insoportable…
¿Alguien tiene alguna respuesta? ¿Creéis que las sutilezas de la crianza influyen en l@s adulto@s futu@s que serán nuestros bebés?
Seguro que influye y mucho. Desde que vamos a parques con el pichón, sólo con ver el comportamiento de los niños, sabes cómo son los padres (o las personas que los están criando).
No me nacen ciertas actitudes con mi hijo. No puedo dejarle llorar «para que se ensanchen los pulmones», no puedo dormir sin él cerquita (no va dormir con sus padres hasta que tenga bigote), no puedo obligarle a comer algo que no quiere (no me está toreando si no se lo hago tragar mientras llora de rabia), no puedo dejar de atenderle si le veo angustiado (no, no me está manipulando), no pienso darle un cachete «sin importancia» porque no voy a humillarle ni a maltratarle así…
Todo esto claro que SÍ forjará no sólo su personalidad, también hará que tenga una mejor relación con sus padres, que le tratan con respeto y educación. Porque un bebé es una persona, no una mascota o un muñeco al que lucir con ropa mona y alardear de sus logros.
Estoy convencida de que lo estás haciendo genial.
Un abrazo.
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Ohh, gracias!! Yo creo que todos los padres y madres (salvo algún pirado, que de todo tiene que haber) tratamos de hacerlo lo mejor posible con nuestros retoños… pero vamos, por mi experiencia siempre se consiguen mejor las cosas por las buenas, con paciencia y con mucho mimo! que no somos sargentos, somos papás y mamás y nuestros niños son lo mejor que tenemos y que tendrá la sociedad el día de mañana!
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